#Trending Topics
por Arturo Loría

Graffitti ubicado en la esquina de Insurgentes y Reforma, en la Ciudad de México, uno de los antiguos espacios de insurgencia. Foto: Arturo Loría.
El miércoles primero de diciembre, Joaquín López Dóriga presentó un reportaje en su noticiero en el que se acusaba al periodista de la revista Proceso, Ricardo Ravelo, de haber recibido 50 mil dólares de parte de El Grande para dejar de mencionarlo en sus reportajes en torno al narcotráfico. Aquello sirvió de excusa para que el periodista dejara escapar comentarios en contra de la revista y su manera de hacer periodismo. Esa misma noche, en el programa Tercer Grado, Dóriga, junto con otros periodistas del canal, dedicaron un segmento completo a analizar y criticar al semanario.
Al día siguiente, durante el noticiero matutino, Carlos Loret de Mola tuvo que corregir todo el ataque y análisis que él y el equipo informativo de Televisa habían realizado la noche anterior: las fechas que establecía la televisora no embonaban del todo. De acuerdo con Televisa, la declaración de Villarreal fue videograbada el 4 de noviembre, sin embargo, el capo se refiere a una edición de Proceso publicada 17 días después, el 21 de noviembre. Ante esto, Loret de Mola tuvo que aclarar que la declaración no había sido cuando ellos habían dicho, sino el 24 de noviembre.
Pareció ser entonces que alguien no había hecho bien su tarea, pues tras la corrección de Loret de Mola el tema no se volvió a mencionar en los espacios informativos del canal. En su cuenta de twitter, el periodista yucateco se limitó a decir: “No desviar debate: Televisa no acusó a Proceso; el tema es si se pude citar la declaración de un narco sin pruebas de que dice la verdad”, mientras que López Dóriga en su programa de radio decía: “Televisa no acusa, quien lo hace es Sergio Villarreal, El Grande, quien está en manos de la Procuraduría General de la República”.
Por su parte, el semanario no guardó silencio. A la mañana siguiente de su acusación, mientras Dóriga y Loret de Mola suavizaban el asunto, la agencia de noticias ya tenía en su portal de Internet un comunicado en el que rechazaban categóricamente las afirmaciones de Televisa y establecían su postura: “Proceso (…) denuncia que se trata de una agresión en su contra orquestada por el gobierno de Felipe Calderón en contubernio con Televisa.”
Como era de esperarse, el linchamiento mediático en contra de Proceso generó eco en otros espacios informativos, que publicaron notas en torno al asunto. Lo interesante no era la presencia de este caso en otros medios, sino las posturas tomadas. Los periódicos Reforma (anterior víctima del linchamiento al estilo Televisa) y La Jornada apoyaron de forma discreta al semanario, El Universal se limitó a mencionar el asunto en una de sus columnas de opinión sin inclinarse hacia ningún lado y el diario Milenio amaneció el dos de diciembre con el encabezado: “Difunde Televisa declaración de “El Grande” contra Proceso”, incluyendo sendas imágenes de la declaración ministerial del capo. Al día siguiente, Ciro Gómez Leyva en su columna del mismo rotativo concluye que Proceso “lloriquea y denuncia un complot” que “les dieron una sopa del chocolate que les encanta”.
Sigue leyendo →