Incombustible, Emilio Gamboa Patrón fue designado por aclamación el pasado fin de semana como nuevo dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), del PRI, el llamado “sector popular”. Gamboa Patrón va en pos de la dirigencia nacional del mismo partido, según distintas versiones internas del Revolucionario Institucional.
¿Quién es éste personaje que desde el sexenio de Miguel de la Madrid hasta ahora ha ocupado puestos claves y ha demostrado ser el gran broker de la política? A continuación. Compartimos con ustedes fragmentos del perfil que publiqué en el libro “Los Intocables”, coordinado por Jorge Zepeda.
Emilio Gamboa Patrón siempre saluda agitadamente, reparte sonrisas aún a sus más incómodos críticos, contesta decenas de llamadas a su celular, al tiempo que está pendiente de las conversaciones circundantes. No pierde el detalle ni la compostura, aunque siempre ande con prisa. Es un Correcaminos de la política. Hábil para olfatear algún asunto que necesite de sus artes como “operador político”, veloz para ofrecer sus servicios de intermediación. Eficaz y discreto, según sus seguidores.
Sin embargo, aquella mañana del 12 de septiembre de 2006 el buen semblante le cambió, la indiscreción estalló y la prisa lo alcanzó. Recién nombrado coordinador de los diputados del PRI para la legislatura que culmina en el 2009 y presidente de la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, Gamboa Patrón enfrentaba un nuevo escándalo mediático que lo vinculaba con uno de los empresarios corruptores cuyo rastro llegaba hasta la red de pederastas de Jean Succar Kuri en Quintana Roo.