Jenaro Villamil
En la industria televisiva se llaman “productos milagros” a los infomerciales que inundan la pantalla anunciando lo mismo pastillas para bajar de peso que remedios para los hongos de uña o para mal de riñones; aparatos de tonificación muscular y tenis para corregir hasta las malas posiciones. Todo lo que se pueda adquirir en CV Directo –comercializadora vinculada a las televisoras– es un “producto milagro”. Todo aquello que implique una cultura del menor esfuerzo y del máximo gasto, es un “producto milagro”.
En la política mexicana ya tenemos un “producto milagro”: el Pacto por México. Promete resolver el hambre, acabar con los monopolios, reformar la educación, democratizar los medios, frenar la corrupción, generar empleos, y hasta relanzar al país como potencia ferrocarrilera, entre otros muchos de sus más de 90 puntos.