Su Majestad, el Duopolio Televisivo en Contra de la Tercera Cadena.

Jenaro Villamil

“¿Está México preparado para tener una tercera o cuarta cadena de televisión?”, se le preguntó en su cuenta de Twitter a Emilio Azcárraga Jean. Hasta ahora, el silencio es la respuesta más clara. Esta actitud, de constante veto y menosprecio a cualquier competencia han caracterizado a Televisa, ahora acentuada por la evidente capacidad de presión sobre el gobierno federal.

Desde hace una década, los esfuerzos y las demandas empresariales, sociales, académicas y legislativas para que la SCT –ahora la Cofetel- licite las frecuencias disponibles en señales de televisión abierta para crear una tercera o cuarta cadena, se han topado con el veto del duopolio Televisa-TV Azteca.

La Cofetel, presidida ahora por Mony de Swaan –sobreviviente a la renuncia de su ex jefe, Juan Molinar Horcasitas- prepara un ambicioso proyecto para licitar frecuencias en la banda UHF y crear una tercera y hasta cuarta cadena de televisión abierta, en tecnología digital.

El proyecto, cuyos detalles fueron difundidos por este reportero en la revista Proceso plantea que se puede crear una red con cobertura de hasta 94.83 por ciento de la población y otra que llegue a poco más del 80 por ciento, siempre y cuando se le dé prioridad a este proyecto y no al Organismo Promotor de Medios Audiovisuales (OPMA), el organismo público creado por Felipe Calderón para administrar las nuevas señales para ampliar la cobertura del Canal Once, del Instituto Politécnico Nacional.

También plantea suspender la resolución de 33 permisos de televisión abierta, principalmente en el Distrito Federal, Monterrey, Cuernavaca, Durango y Puebla.

Mony de Swaan confirmó la existencia de este proyecto, pero no ha dado más pistas sobre este asunto. Al parecer, sólo él y el comisionado Rafael del Villar favorecen esta iniciativa. El consejero Gonzalo Martínez Pous ha expresado la imposibilidad de armar esta red de frecuencias, mientras que los otros dos comisionados, Ernesto Gil Elorduy y José Luis Peralta, no han dicho nada al respecto.

El silencio cubre nuevamente esta posibilidad. Antes de que se diera a conocer, misteriosamente el empresario Carlos Peralta, del Grupo IUSA, afirmó que él no buscaría entrar a la licitación de la tercera cadena. Peralta trabajó un proyecto de este tipo con la ex subsecretaria Purificación Carpinteyro. Nunca se hizo pública la solicitud. Peralta se salió antes de tiempo.

La que se mantiene con la idea de encabezar una red de empresarios regionales –principalmente de televisión por cable y radio- para licitar por una “tercera cadena”, es la propia Carpinteyro.

Los otros posibles postores no han vuelto a decir nada. MVS está concentrada en su batalla para posicionar su servicio de televisión vía satelital –Dish-, en competencia con Sky, de Televisa, y ahora con Total Play, de TV Azteca, y por terminar la complicada negociación para el refrendo de parte o todo el espectro que tiene en la banda 2.5 Ghz, ideal para la transmisión de triple y cuádruple play vía internet inalámbrico.
Telmex no puede entrar a la televisión abierta, pero presiona y sigue pugnando por el cambio de su título de concesión para que pueda desarrollar su propia red de televisión por cable. De manera soterrada, apoya todas las posibilidades de crear una tercera cadena, aunque mantiene una relación más cercana ahora con Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca, y es socio de Joaquín Vargas en el modelo de Dish.

Alejandro Burillo Azcárraga, primo del actual presidente de Televisa, solicitó en febrero de 2008 ante la Cofetel la posibilidad de tener una frecuencia de televisión abierta, a través de Grupo Pegaso. No ha vuelto a mencionar nada sobre esta posibilidad y prácticamente se le ve fuera del esquema.

Un enigmático empresario y experto en fondos de inversión, de origen regiomontano, David Martínez, se menciona como un aspirante soterrado a la posibilidad de obtener espectro para licitar por una red de televisión abierta. Martínez, es la cabeza principal de Fintech Advisory. Su ingreso a los medios no es nuevo. Se fusionó con el Grupo Clarín de Argentina, en una sociedad que fue 40 por ciento para Fintech y 60 por ciento para el Clarín. En diciembre de 2009 capitalizó con 75 millones de dólares al Grupo Vitro y se le considera el dueño de entre el 40 y 50 por ciento de este poderoso grupo empresarial, dirigido por la familia Sada.

Otro ejemplo de posible licitante es el empresario Remigio Angel González, mejor conocido como El Fantasma, considerad el dueño de la televisión abierta en Centroamérica. Es propietario de 4 de los 5 canales de Guatemala y ocho más entre El Salvador, Nicaragua, Panamá y Costa Rica. En septiembre de 2008 Proceso publicó que Angel González estaba cabildeando con Luis Téllez para que se abriera la licitación.

EL Proyecto Frustrado de Telemundo

El esfuerzo más viable y publicitado en este sexenio acabó roto. Desde 2006, la trasnacional norteamericana General Electric, propietaria del holding de medios NBC-Universal-Telemundo  anunció su sociedad con el empresario mexicano Isaac Saba para formar Palmas 26, con el objetivo de crear una tercera cadena comercial en México.

Palmas 26 presentó una solicitud formal ante la Cofetel. El 15 de diciembre una feroz campaña de linchamiento mediático en las pantallas de Televisa y TV Azteca, en contra de Isaac Saba y sus empresas de distribución farmacéutica, inhibieron a este empresario para continuar con el proyecto en sociedad con Telemundo. “Monopolio de la muerte”, le llamaron a su empresa.

En marzo de 2008, derrotados en su intento por competir en México, los empresarios de Telemundo deciden aliarse a Televisa. Firmaron un acuerdo para transmitir, desde abril de ese año, 19 horas de programación en Canal 9. La alianza sirvió para que Televisa neutralizara el proyecto más serio de competencia comercial en televisión y, al mismo tiempo, presionar para el futuro acuerdo de inversión con Univisión, principal adversario de Telemundo en el mercado televisivo de habla hispana.

Televisa usó a Telemundo y salió ganando. Logró un acuerdo muy favorable con Univisión –asfixiada por deudas multimillonarias- e inhibió la discusión sobre una tercera cadena en “su” territorio.

En el sexenio de Vicente Fox, informes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes revelaron que existían disponibles 175 frecuencias, 80 por ciento en la banda UHF (entre 300 a 3 mil megahertz) y 20 por ciento en la banda VHF (la que actualmente dominan Televisa y TV Azteca).

Otros Intentos en el Foxismo

La falta de voluntad presidencial y las alianzas empresariales del foxismo impidieron que durante ese sexenio se concretara la demanda de abrir las licitaciones del espectro televisivo.

No fueron pocos los intentos. Entre 2002 y 2004, tres grandes periódicos establecieron una alianza informal para buscar formar parte de la tercera cadena: Grupo Multimedios-Milenio, junto con La Jornada y El Universal empujaron durante esos años esta discusión.

Grupo Multimedios acabó negociando en 2006 con Televisa. Este grupo adquirió el 49 por ciento de TVI, la empresa de televisión por cable del grupo y ahora tiene más del 50 por ciento. Se ha renombrado como Televisa-Monterrey y esto explica la sintonía nada casual que existe entre el canal Milenio TV, una especie de ECO informativo (como el que dirigió fugazmente Jacobo Zabludovsky), y Televisa.

El largo litigio entre TV Azteca y Canal 40, la única señal independiente del Valle Metropolitano en televisión comercial, acabó con la asfixia de Canal 40 y la adquisición de manera muy irregular de Ricardo Salinas Pliego de la mayoría accionaria de Canal 40. Ahora se llama Proyecto 40, es señal metropolitana y tiene su réplica en el caso de Foro TV, estrenado por Televisa en 2010 para ganarse el favor de intelectuales y académicos críticos, muchos de ellos, promotores en alguna ocasión de la tercera cadena.

Y el Canal 28, señal que durante años fue inutilizada por su concesionario, el empresario bajacaliforniano Aréchiga, pasó a formar parte del grupo de medios que adquirió Olegario Vázquez Raña, el empresario consentido durante el foxismo. Vázquez Raña creció su red de radiodifusoras que forman parte de Grupo Imagen, adquirió Excélsior y rebautizó el canal 28 con el nombre nada gratuito de “tercera cadena”.

Vázquez Raña no se enfrenta ni con Televisa ni con TV Azteca por una sencilla razón: hacerlo equivale a que Televisa baje su señal de canal 28 en las empresas de televisión restringida que controla (Cablevisión, Cablemás, TVI y Sky), y TV Azteca es un adversario de cuidado, como se vio en el caso de Telemundo y de Canal 40.

Incluso, el productor Epigmenio Ibarra, accionista de Argos, lanzó una propuesta para fundar una “televisión en condominio”, que aglutinara a productores independientes. El proyecto no avanzó. Argos ahora produce series para HBO y para Canal 28.

Lo único que ha quedado claro es que sí existe disponibilidad de espectro, más ahora con los avances que permitiría la televisión digital, pero que ha hecho falta voluntad política, compromiso de democratizar la pantalla comercial y un secuestro permanente del duopolio Televisa-TV Azteca para abortar y quitarle oxígeno a cualquiera de estas posibilidades.

¿Se atreverá Calderón en el último tramo de su sexenio a abrir esa competencia, o simplemente quedará como el registro de un proyecto frustrado más?

2 Respuestas a “Su Majestad, el Duopolio Televisivo en Contra de la Tercera Cadena.

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  2. mal haria el dwesgobierno en aceptar las sugerencias y el que entren las televisoras ya establecidas a licitar una tercera cadena televisiva,salu2

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