Telecom y Medios | Gabriel Sosa
El domingo pasado amanecimos con la noticia de que Grupo Televisa habría adquirido la empresa Iusacell, de Grupo Salinas
Viernes 28 de enero de 2011
El sector se cimbró y no era para menos, sobre todo por las diferencias generadas entre ambos grupos por la famosa licitación 21 y el lanzamiento de varios programas con figuras del espectáculo que antes trabajaban en sus empresas de tv.
Si bien la información fue desmentida a las pocas horas a través de la red social Twitter y comunicados oficiales, y al día siguiente el periodista Miguel Ángel Granados Chapa reconoció que fue un error lo publicado en su columna, hay datos interesantes que se generaron por la filtración:
1. Iusacell reiteró que “no desistirá de ningún amparo contra la cuestionada licitación 21 que favorece a Nextel” y que “continuará señalando las múltiples y graves irregularidades” de la misma. Es decir, los litigios continuarán, lo que contrasta con lo dicho por el nuevo titular de la SCT, Dionisio Pérez-Jácome, en el sentido de que “para fines de la autoridad es una licitación concluida” (21 de enero). Por lo pronto, esta misma semana, se informó que, pese a la inseguridad jurídica de la licitación, Nextel comenzó a instalar su red en la banda 1.7 GHz.
2. Televisa afirmó que si bien tiene “una amplia relación comercial” con Nextel, no hay planes de regresar a la sociedad (NII Digital) que ambas empresas crearon para participar en las licitaciones 20 y 21. De cualquier manera, recalcó que continuará con su estrategia para avanzar en el sector de las telecomunicaciones, por lo que –esto yo lo digo- no debe descartarse su intención de tener presencia en la telefonía móvil, aunque probablemente no sea de la mano con Nextel.
3. Televisa y Televisión Azteca marcaron, para fortuna de muchos, sus distancias. Manuel Compeán, de Grupo Televisa, reconoció que ambas empresas han “mantenido varias diferencias como competidores”, entre ellas la derivada por las contrataciones de artistas, productores y guionistas. Dijo que el caso de Laura Bozzo no es el único y que varios de ellos se discuten en tribunales.
4. La filtración logró el objetivo, aunque fuera por algunas horas, de generar un alto impacto en el sector por lo que representan ambos grupos en las telecomunicaciones. ¿Con qué fin? ¿colocar en una situación incómoda al maestro Granados Chapa, por sus posiciones críticas sobre la actuación de las televisoras? ¿generar confusión y enfrentamiento entre las principales empresas del sector? ¿abortar una operación que quizás avanzaba o que ya había sido cancelada? En cualquier caso, no hubo ingenuidad del portador (la fuente) de un dato (la filtración) que informativamente era un “bombón” para cualquier periodista.
5. La información se filtra justo cuando el secretario de Comunicaciones y Transportes se ha encargado de reiterar en entrevistas y a través de versiones a diversos colegas que su propósito es acabar con la litigiosidad entre las empresas y de éstas con el gobierno para llegar a un gran acuerdo en el sector. Pero hasta ahora, el objetivo de alcanzar una armonía entre los operadores parece lejano ante desplegados como el publicado, el lunes pasado, por la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable (Canitec) en contra del presidente de la Cofetel por sus declaraciones en torno de la posibilidad de que Telmex ofrezca tv de paga en su red. Ayer Mony de Swaan respondió a los cuestionamientos en una carta dirigida a la misma Canitec y a la opinión pública, en la que reconoce que la concentración del mercado también existe en la tv por cable y que continuará defendiendo el interés público sobre el interés particular.
Lo ocurrido el domingo pasado es un ejemplo de la sensibilidad que existe en el sector. Las pasiones se encienden a menudo y se llega al insulto a través de Twitter y otros medios de comunicación. Fue un “desliz profesional” aceptó el periodista, pero el linchamiento seguía y sigue en diversos espacios para cobrarse viejas facturas personales.
TELMEX Y TARIFAS
En la Cofetel se lleva a cabo la revisión de las tarifas de los servicios básicos de Telmex (telefonía local, larga distancia nacional e internacional) que deberán regir en los próximos cuatro años. Los competidores aseguran que las tarifas de la telefónica son muy altas, comparado con lo que ocurre en otros países. Telmex argumenta que sus precios no aumentan o en varios años han disminuido, pese a la inflación.
La crítica se ha centrado en las tarifas de Telmex, pero ¿qué sucede con los precios que ofrecen sus competidores? ¿son más atractivos? Si fuera así ¿no se abre una enorme posibilidad para arrebatarle clientes a Telmex por sus elevadas tarifas? De acuerdo con el informe (de consulta obligada) Telefonía fija: infraestructura básica para la competencia y el desarrollo, elaborado por Jorge Bravo para la consultoría Media Telecom, Telmex ha perdido más de 3 millones de clientes en los últimos cuatro años.
En contraste, los demás operadores relevantes, salvo el caso de Maxcom, para el tercer trimestre de 2010, han visto incrementar el número de suscriptores en el servicio de telefonía fija, pero siempre vinculado a otros servicios como tv, internet e incluso telefonía móvil (Maxcom). Axtel es la segunda empresa con más líneas físicas (1.025 millones), seguida de Movistar (496 mil), Megacable (458.6 mil), Maxcom (378.4 mil), Cablemás (187.7 mil) y Cablevisión (181.4 mil).
Ante un panorama así, insisto, ¿no le conviene a estos operadores que Telmex tenga precios altos para ofrecer tarifas mucho más económicas en telefonía fija, servicios de triple play y aumentar así su cuota de mercado?
Jenaro Villamil 