Amigos y Consultorías Privadas en la SCT

Jenaro Villamil

Felipe Duarte Olvera. Imagen: http://www.fusioncomunicacion.com.mx

El pasado 3 de febrero, el presidente Felipe Calderón nombró a dos amigos suyos como nuevos integrantes del equipo de Dionisio Pérez Jácome Friscione, tercer titular de la SCT: Fausto Barajas Cummings, nuevo subsecretario de Infraestructura, en sustitución de Oscar de Buen, y Felipe Duarte Olvera, subsecretario de Transporte en el relevo de Humberto Treviño Landois.

El rasgo en común, además de su perfil de jóvenes tecnócratas o nanócratas (expertos en la millonésima parte de nada), es que ni Barajas ni Duarte Olvera han tenido experiencia previa como responsables de áreas tan delicadas y con tantos intereses en conflicto, como la aeronáutica civil o la construcción de carreteras. Su principal logro es que son amigos del presidente. Y, en especial, de uno de sus mejores amigos: Gerardo Ruiz Mateos.

A estos cambios se sumaría la designación del actual coordinador de Puertos y Marina Mercante, Alejandro Chacón Domínguez, como nuevo subsecretario de Comunicación, cargo vacante desde la salida de Gabriela Hernández. Las versiones al interior de la SCT indican que la llegada de Chacón será un hecho en los próximos días.

Chacón, al igual que Dionisio Pérez Jácome tienen un vínculo en común: el ex titular de la SCT, Luis Téllez. Ambos trabajaron bajo las órdenes de Téllez, son egresados del ITAM y tienen vínculos con consultoras y empresas trasnacionales con intereses en el sector de infraestructura, puertos y telecomunicaciones.

Chacón ha orientado las licitaciones en materia de puertos a favor de la empresa Stevedoring Services of America (SSA), donde Téllez participó en su consejo consultivo del 12 de enero de 2005 al 30 de noviembre de 2006.

De esta manera, una amalgama de intereses privados que vinculan a los amigos del presidente Felipe Calderón y de su actual jefe de la Oficina de la Presidencia, Gerardo Ruiz Mateos, con los del actual presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez, se conjugan en la integración de los principales responsables de la SCT.

Los dos nuevos subsecretarios, Fausto Barajas y Felipe Duarte, son egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y trabajaron en la consultoría McKinsey, la misma que realizó la Estrategia Nacional de Energía a principios de 2010 y que ha realizado también estudios para nuevas opciones aeroportuarias, a favor de inversionistas privados de Tizayuca y Texcoco.

La red de intereses de McKinsey, considerada una de las diez consultoras norteamericanas más influyentes en materia de energía y privatización de servicios públicos, se suma a la de la consultora Mercer Managment Consulting, donde trabajó el actual titular de la SCT, Dionisio Pérez Jácome (ver Proceso, No. 1786).

La ex secretaria de Energía, Georgina Kessel, admitió en una de sus respuestas legislativas a la Cámara de Diputados el año pasado, que “la empresa consultora McKinsey fue contratada en enero de 2010, y está desarrollando actualmente una herramienta que sea capaz de integrar y optimizar los sistemas de refinación de petróleo, distribución de hidrocarburos y generación y transmisión de energía eléctrica para contribuir a la planeación integral del sector”.

En la misma consultoría trabajó Carlos Rafael Murrieta Cummings, director corporativote operaciones de Petróleos Mexicanos, primo de Fausto Barajas Cummings, el nuevo subsecretario de Infraestructura.

Mc Kinsey ha promovido en varios países en vías de desarrollo, en especial en la India, el esquema conocido como Asociaciones Público Privadas para la construcción de infraestructura, tal como consta en el informe Building India: Financing and Investing in Infraestructura.

En octubre de 2010, el Senado de la República aprobó la Ley de Asociaciones Públicas Privadas, consideradas por sus críticos como “una de las subastas más salvajes”.

“Sustituyendo a la autoridad pública en la creación de la infraestructura necesaria y dejando a los particulares en la administración de la misma, no se promueve la infraestructura, sino los buenos negocios y la corrupción pública que, eso en México, ya es decir bastante”, advirtió el senador Pablo Gómez durante el debate de la ley de APP que aún está en comisiones en la Cámara de Diputados.

 

“El Sexenio de la Infraestructura”

La llegada de Fausto Barajas Cummings como nuevo subsecretario de Infraestructura busca cumplir con la promesa de consolidar los proyectos carreteros del Programa Nacional de Infraestructura que se han atorado en los últimos años, ante licitaciones poco transparentes y el subejercicio.

Tan sólo en materia de proyectos carreteros, la SCT registró en 2010 un subejercicio de 7 mil 984 millones de pesos, según informó el 2 de febrero el diputado priista Javier Gil Ortiz, presidente de la Comisión de Transporte en San Lázaro.

Gil Ortiz documentó que en 2010 se le asignaron 11 mil 728 millones de pesos a la SCT, de los cuales se ejercieron menos de 4 mil millones de pesos.

En su último comunicado del 25 de enero, la SCT se defendió señalando que entre 2007 y 2010 se realizó una “inversión sin precedente” en materia de infraestructura carretera, superando los 174 mil 103 millones de pesos.

El mismo comunicado aclaró que “además, la certidumbre jurídica y viabilidad de proyectos que ofrece México para la inversión nacional y extranjera ha permitido que mediante Asociaciones Público-Privadas se hayan edificado y puesto en operación más de 993 kilómetros de carreteras de altas especificaciones, que representan una inversión de 22 mil 966 millones de pesos”.

Según la SCT, bajo este mismo esquema de privatización –el mismo que promueven consultorías como McKinsey- están en construcción otros 14 proyectos con una longitud de casi mil kilómetros y están por iniciase 6 obras más, con longitud de 293 kilómetros.

En materia de Transporte, el nuevo subsecretario Felipe Duarte Olvera, quien se desempeñaba como responsable de Competitividad y Normatividad en la Secretaría de Economía, bajo las órdenes de Bruno Ferrari, tendrá como objetivo “avanzar en el fortalecimiento de los sectores de aviación, ferroviario y autotransporte”.

Duarte Olvera se enfrentará a la grave crisis detonada por la quiebra de la compañía Mexicana de Aviación. Su experiencia en aeronáutica civil es nula. De diciembre de 2006 a septiembre de 2007, en el primer año del gobierno calderonista fue el secretario técnico del Gabinete Económico y de Competitividad. Es decir, fue el responsable de levantar las minutas y darle seguimientos a acuerdos.

El 18 de septiembre de 2008, el titular de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, lo nombró subsecretario de Competitividad y Normatividad, en lugar de Carlos Arce Macías. Su paso al frente de esta área no dejó ninguna huella destacable. Al ser designado Bruno Ferrari como nuevo secretario de Economía, en julio de 2010, Felipe Duarte prácticamente quedó “congelado” en esta dependencia, según reportes internos.

 

Los Intereses SSA

Otra área clave para el desarrollo de infraestructura es la licitación de puertos mexicanos. El Plan Nacional de Infraestructura proyectó 27 grandes obras que han quedado suspendidas por el fracaso en las licitaciones para la ampliación de puertos mexicanos debido a una mala configuración de los proyectos, tal como lo ha reconocido la propia Secretaría de la Función Pública.

Al frente de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante se ha mantenido desde la salida de Luis Téllez, su ex coordinador de Asesores, Alejandro Chacón Domínguez, quien ocupó el cargo de director en México de la agencia Kroll, empresa dedicada al espionaje industrial.

Chacón Domínguez trató de favorecer claramente a la empresa Stevedoring Services of America (SSA), en al menos dos casos: la licitación de una nueva terminal especializada de contenedores en Manzanillo, Colima, y otra similar en Tuxpan, Veracruz.

En Manzanillo, las bases del concurso establecieron que el ganador sería quien ofreciera el mayor volumen de operación en el menor tiempo, lo cual favorecía claramente a SSA que operaba desde 1995 la terminal número 11 de contenedores, la que movía mayor volumen.

Frente al escándalo provocado por el abierto favoritismo a SSA, el concurso se adjudicó a una empresa de origen filipino cuya propuesta tenía más de 20 causas de descalificación.

En octubre de 2009, se emitió la licitación API/TUX/01/09 para una terminal de Tuxpan, Veracruz, con cláusulas que beneficiaban a Riberas de Pantepec. El representante legal de Riberas de Pantepec es Francisco Kassian, el mismo que fungió como director general de SSA México (ver Proceso No. 1681).

Kassian negó en una carta pública a Proceso que el vínculo de SSA con Luis Téllez haya beneficiado a esta empresa en la licitación de puertos.

El proyecto de Tuxpan fue suspendido el 19 de febrero de 2010 por la Secretaría de la Función Pública ante “diversas quejas y denuncias presentadas ante el Organo Interno de Control de esta Administración Portuaria Integral (API) de Tuxpan”.

Entre esas denuncias estuvo un estudio de impacto y riesgo de la Subsecretaría de Gestión para la Protección Ambiental que estableció en su oficio SGPA/DGIRA/DESEI/0045/009  que el proyecto a favor de Riberas de Pantepec “podría afectar el desarrollo de la vegetación y fauna del predio, y específicamente la afectación de una superficie de 1.16 hectáreas cubierta con mangle”.

SSA también estuvo interesada en el proyecto multimillonario de Proyecto Multimodal Punta Colonet, en Baja California, cuya inversión se calculaba entre 5 mil y 8 mil millones de dólares.

La consultora encargada de elaborar el proyecto de Punta Colonet fue Mercer Management Consulting, donde trabajó Dionisio Pérez Jácome, socio director de la misma en 2006 (ver Proceso No. 1786).

El 27 de abril de 2007, ante una consulta vía acceso a información pública, el entonces titular de la Unidad de Enlace para la Transparencia de la SCT, Joaquín García Díaz respondió a la solicitud 0000900076/17 señalando que Luis Téllez participó en el Consejo Consultivo de SSA, del 12 de enero de 2005 al 30 de noviembre de 2006.

A la pregunta “¿Tuvo que solicitar o enviar a la Secretaría de la Función Pública algún escrito para justificar su anterior participación en dicho consejo de administración, sobre todo porque trataría como secretario de Comunicaciones y Transportes el Proyecto Punta Colonet?”, la respuesta fue: “no, no tuvo que hacerlo”.

Téllez se fue de la SCT y quedó su ex colaborador Alejandro Chacón Domínguez al frente del proyecto de las licitaciones portuarias.
Ahora, su nombre se menciona para subsecretario de Comunicaciones. Como tal, Chacón Domínguez tendrá que ser regulador en telecomunicaciones, uno de los sectores más conflictivos y con mayor nivel de inversiones en México.

En el mismo Consejo de Administración de SSA México trabajó otro funcionario clave en la red de intereses públicos y privados que influyen en la SCT y que ahora es un fuerte competidor en telecomunicaciones: Francisco Gil Díaz, ex secretario de Hacienda y actual presidente de Telefónica MoviStar.

Gil Díaz también comparte otro dato importante en su trayectoria con Téllez, con Pérez Jácome, con Chacón Domínguez y con los dos nuevos subsecretarios de la SCT: es profesor emérito del ITAM, el alma mater de esta nueva camada de funcionarios y amigos de Calderón.