Imagen y Talento en el BarBar, las Dudas Tras la Detención del J.J

Jenaro Villamil

La detención de José Jorge Balderas Garza, mejor conocido como el J.J., supone el inicio de la aclaración del caso de la agresión al futbolista Salvador Cabañas, pero también puede constituir un enredo mayor con tal de dejar al margen el otro expediente más delicado del caso: la relación entre el dueño del Bar Bar, Simón Charaf, quien ha acusado a Televisa de emprender un acoso en su contra, a raíz de los sucesos del 25 de enero de 2010.

Balderas Garza afirmó que sí estuvo esa noche en el Bar Bar y que estuvo en el mismo baño con Cabañas, pero que no fue él quien le disparó al futbolista sino su guardaespaldas Francisco José Barreto García, mejor conocido como El Contador.

El J.J. confirmó que sí trabajo para Edgar Valdés Villarreal, alias La Barbie, y que tras los sucesos en el Bar Bar se dedicó a vender droga en el municipio de Huixquilucan, gobernado, por cierto, por uno de los principales precandidatos priistas a la nominación del PRI en el Estado de México: Alfredo del Mazo Maza.

Según la información proporcionada por René Eduardo Pequeño, jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal, el J.J. fue capturado junto con seis personas, en un domicilio de Bosques de las Lomas.

La detención del J.J. dejará aún muchas pistas sobre el escándalo mediático y sus ramificaciones, creadas en el caso Cabañas.

A continuación ofrecemos una reconstrucción del caso, a partir de la cobertura mediática.

La Agresión y el Escándalo

“¡Mataron a Cabañas, mataron a Cabañas!”.

Ese fue el grito que escucharon varios asistentes al Bar Bar, alrededor de las 5 de la madrugada del lunes 25 de enero de 2010. Una detonación seca se escuchó en los sanitarios del antro, ubicados en una segunda planta. Algunos clientes salieron de inmediato. Otros se quedaron a ver qué pasaba. El personal del Bar Bar no podía con el nerviosismo en el sitio.

Poco después llegó una ambulancia para atender al futbolista Salvador Cabañas, delantero paraguayo del equipo América, propiedad de Televisa. No lo habían matado, pero estaba gravemente herido. Una bala se le alojó en el cerebro. También arribaron las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Comenzaron las investigaciones policiacas. Detuvieron al gerente del sitio Carlos Cázares, alias “El Charly”.

La noticia corrió como reguero de pólvora en los noticiarios matutinos. La emisión Primero Noticias, de Televisa, comenzó una cobertura exhaustiva. Lo mismo los informativos radiofónicos. El escándalo mediático era muy similar al que ocurrió el 7 de junio de 1999 cuando fue asesinado a quemarropa el comentarista Francisco Stanley, ex estrella de Televisa y en ese entonces de TV Azteca.

El video del balazo y las imágenes de las cámaras de seguridad del antro identificaron desde el principio al agresor, Juan José Balderas Garza, el J.J., amigo de Cabañas, pero también de Edgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, uno de los capos del narcotráfico más sanguinarios y poderosos, surgido del entorno de los Beltrán Leyva.

El J.J. fue incriminado en seguida por la agresión contra Cabañas, pero también el personal del Bar Bar, un sitio sin muchas luces, abierto desde 1984 sobre la avenida Insurgentes Sur de la Ciudad de México, que se volvió un after hour de moda entre un circuito de la farándula televisiva, a partir de 2004. En 2006 fue el escenario del reality show El Bar Provoca, producido por Televisa, junto con Sky y Endemol México, conducido por el actor Roberto Palazuelos.

En el elenco de El Bar Provoca participó el dueño del Bar Bar, el empresario Simón Charaf, ex esposo de Lupita Jones, ganadora en 1991 del certamen de belleza Miss Universo. A través de ella, Charaf conoció a varios ejecutivos de Televisa, incluyendo a los dos vicepresidentes más poderosos, Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez y, por supuesto, a Emilio Azcárraga Jean. En el blog www.laverdadsobrelbarbar.com se muestra una foto donde aparecen Charaf, Azcárraga Jean y su suegro Marcos Fastlicht, brindando y con expresión de diversión nocturna.

En su blog, Charaf ha denunciado que tanto él como el gerente del Bar Bar, Carlos Cázares, mejor conocido como Charly y otros empleados fueron “amenazados y advertidos de que si decían la verdad, ellos y sus familiares sufrirían graves consecuencias”.

También denunció que la detención de Charly fue injustamente detenido y apresado, “ante la incapacidad de la autoridad para detener al verdadero culpable” de la agresión contra Cabañas.

El Contrataque de Charaf

El otro reality generado tras la agresión contra Cabañas adquirió dimensiones de escándalo corporativo cuando Charaf contratacó en marzo de 2010 acusando a Televisa de incumplir con los términos de una sociedad denominada Imagen y Talento S. A. de C.V. y pretender destruirlo a él y al establecimiento para quedarse a la mala con el 49 por ciento restante de la empresa.

El escándalo develó la existencia de otro bróker de Televisa y de una red de relaciones que llegaban hasta el narcotráfico e involucra a varios personajes de la farándula televisiva.

De acuerdo con el folio 279989 del Registro Público de la Propiedad, Imagen y Talento Internacional, S. A. de C. V. es una empresa creada el 29 de agosto de 2001 con el objeto de “la representación de personalidades del medio artístico, deportivo, de la moda, intelectual, político, científico, de cualquier culto religioso, así como líderes y en general cualquier persona que por sus características esté relacionada con lo anterior y con los fines de la sociedad”.

Los accionistas originales de esta empresa eran Simón Charaf Medina Simón, sus hermanos Ramón, Griselda y Guadalupe Frida Charaf Medina y José Salvador Domínguez León.

No era la primera compañía que Charaf creaba para “representar” personalidades del medio artístico. Proceso documentó que Charaf Medina mantuvo relaciones de negocios con Televisa desde 1994, a través de la ex esposa Lupita Jones. Entre ese año y el 2000, Charaf fue socio de Televisa en Promo Certamen, compañía dedicada a la promoción y comercialización del certamen Señorita México, según el folio mercantil 188675 (Proceso, No. 1735).

La reportera Gloria Leticia Díaz documentó que Charaf creó la empresa Resybar S.A. de C.V., operadora del Bar-Bar, en 1984. En sus inicios fue un sitio de venta de alimentos y bebidas alcohólicas. Su gran despegue fue en 2005 cuando el lugar se transformó en “clup privado” y atrajo a estrellas del deporte y del espectáculo como Thalía, Chantal Andere, Jorge “El Burro” Van Rankin, Lorena Herrera, Hugo Sánchez, Jorge Kahwagi y Jorge “El Travieso” Arce, entre muchos otros clientes (Proceso, No. 1735).

El lugar adquirió fama como un after hour donde se permitía lo que ya no era posible en otros centros nocturnos. El periodista Ciro Gómez Leyva lo describió así en un artículo de Milenio Diario: “caro, mamón, escaparate de estrellas de moda. Buen lugar para conectar drogas y, en la madrugada, putas” (Milenio Diario, 27 de enero 2010).

El nuevo aire del Bar Bar coincidió con la venta del 51 por ciento de las acciones de la empresa Imagen y Talento Internacional a Televisa. A partir del 29 de junio de 2005 se integraron como apoderados José Antonio Bastón Patiño, el presidente de Televisión y Contenidos, responsable principal del manejo con los artistas de Televisa; Salvi Rafael Folch Viadero, vicepresidente de Administración y Finanzas, brazo derecho de Alfonso de Angoitia; Joaquín Balcárcel Santa Cruz, responsable del área jurídica del consorcio; Jorge Lutteroth Echegoyen, vicepresidente contralor, y Rafael Carabias Príncipe, vicepresidente de Administración.

Según Charaf, el interés de Televisa por su empresa se generó en 2004, cuando recibió la propuesta de una televisora, presuntamente Telemundo, para comprar Imagen y Talento, como parte de su estrategia para consolidar la “tercera cadena” televisiva en México. Hasta ese momento, añade, tenía “contratos de exclusividad” con más de 100 personalidades. Al enterarse de la oferta, Televisa propuso comprar el 51 por ciento de las acciones y evitar que la competencia se ganara a un intermediario.

Charaf explicó en entrevista con Proceso que el mayor atractivo que él vio en la sociedad con Azcárraga Jean fue el compromiso de que todos los talentos de Televisa estarían obligados por contrato a “hacer cualquier actividad comercial, aunque sea con Televisa”, a través de ITI.

La lista de exclusividades se extendió a “los deportistas que tiene Televisa en el América, Necaxa y San Luis (sus equipos de fútbol), es decir, una exclusividad de todo su talento”. Por supuesto, Cabañas entraba en esa  nómina (Proceso, No. 1743).

A Charaf le entusiasmó la sociedad porque entre las cláusulas del convenio se establece la no competencia entre los socios, así como la prohibición de que fuera de la empresa realicen actividades equiparables al objeto de ITI que es “la promoción publicitaria de personajes”.

No obstante, entre gitanos no se leen las manos. Y Televisa excluyó de la sociedad con ITI a figuras como Lucero y Angélica Rivero, contratadas a través de TV Promo y Radar, para promover al gobierno de Enrique Peña Nieto. También se excluyó a Charaf de los beneficios de contratar a actores como Mayté Perroni y Raúl Araiza, que alquilaron su imagen para promover la campaña del Partido Verde a favor de la pena de muerte, en las elecciones federales del 2009.

En su denuncia, Charaf reveló que al marginarlo en las campañas de 2009 que encabezaron otros actores de Televisa, como Chantal Andere, Ernesto Laguardia y Perroni y Araiza, dejó de obtener ganancias por 600 mil dólares.

Frente a esta situación, Charaf le reclamó a Televisa el pago que le correspondía por la utilidad generada. Buscó a Alejandro Benítez Cueto, director general de Comercialización, pero sus gestiones no fructificaron. Por el contrario, señala que recibió “poco tiempo antes” de la agresión a Cabañas una amenaza de Comercialización Artística de Televisa si no accedía a vender el 49 por ciento restante de sus acciones por una cantidad muy menor a su valor real.

“¿Qué no te queda claro que quienes mandamos sobre la autoridad y hasta sobre el mismo presidente de la República somos nosotros?”, sostiene Charaf que le dijo Alejandro Benítez Cueto.

Charaf también involucró al procurador capitalino Miguel Mancera y al subprocurador de Averiguaciones Previas, Luis Genaro Vázquez, quienes presuntamente lo presionaron para asumir la responsabilidad de sus trabajadores en la agresión a Cabañas.  Vázquez negó estas acusaciones y conminó a Charaf a presentar sus pruebas contra las autoridades capitalinas (Proceso, No. 1743).

Televisa y la Detención de la Barbie

Televisa volvió a comprar desplegados de plana entera en los medios impresos para desmentir a Charaf. Firmado por su vocero, Miguel Compeán, el desmentido de la empresa califica de “inverosímil y ridícula” la acusación contra Alejandro Benítez y señaló que la empresa Imagen y Talento Internacional representó la Televisa ventas netas en 2009 por 8.5 millones de pesos, equivalentes al “0.02 por ciento de los ingresos del consorcio”.

Sin embargo, el desplegado no desmintió lo fundamental: la sociedad de Televisa con un tercero para firmar contratos de representación con sus celebridades.
En su blog www.laverdadsobreelbarbar.org. Charaf reproduce un email que le envío a Azcárraga Jean quejándose por la incriminación que los noticieros de Televisa hicieron del personal del Bar Bar en el caso Cabañas. Un párrafo es clave en esa misiva:

“De la misma manera, y como tú lo sabes, el Bar Bar ha sido espacio de diversión y entretenimiento de innumerables ejecutivos del más alto nivel de Televisa, así como de tus celebridades, además de diversas figuras relevantes en todos los ámbitos”.

La campaña mediática contra el Bar Bar no cesó. Y Charaf decidió contratacar en medios y en los juzgados. El 1 de marzo de 2010 presentó ante el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Civil del Distrito Federal una demanda contra Televisa.

El reality show del Bar Bar no ha terminado. El abogado de los trabajadores de este sitio, Juan Carlos Araujo, aseguró el 2 de agosto de 2010 que el gobierno de Paraguay protege a Salvador Cabañas, ya que rindió su declaración sin permitir que la defensa del Bar Bar le permitiera hacerle preguntas. Cabañas dijo que tenía un ataque de amnesia frente a los acontecimientos de la madrugada del 25 de enero.

Quien no tuvo amnesia fue Egar Valdez Villarreal, alias La Barbie, quien confirmó en sus declaraciones ministeriales del 31 de agosto que sí tenía una relación con el J.J. y que lo protegió después de dispararle a Cabañas, un jugador que hasta ese momento estaba en la nómina de Televisa.

“-¿Usted conoce al J.J?

-Sí, señor.

-¿Por qué lo conoce? ¿Trabajaba para usted?

-No, él trabajaba aparte. Era amigo mío y también lo querían matar. Aquí en México jalaba conmigo, pero después jaló por su lado y yo lo apoyaba. Si algo se le ofrecía yo le echaba la mano.

-¿Usted se enteró del atentado a Cabañas?

-Sí.

-¿El habló con usted de ello?

-Sí.

-¿Qué le comentó él en esa ocasión?

-Pues lo que había pasado y le encargué que no anduviera en la calle. Y lo que dijo El Contador (José Francisco Barreto García), así pasó.

-¿Pero qué le contó el JJ cuando le habló?

-Yo me di cuenta hasta el otro día, porque fue en la madrugada. Lo regañé y, pues como ya había hecho las cosas, de lo que había hecho. Eran amigos ellos dos, pero como que ese día Cabañas andaba de malas…comenzaron a alegar”.

Los alegatos pueden continuar. El entramado de la sociedad rota entre Charaf y Televisa, así como las peligrosas relaciones entre el J.J., La Barbie y el mundo de la farándula y del futbol, pueden develar mucho más pistas de las que actualmente existen.

 

 

2 Respuestas a “Imagen y Talento en el BarBar, las Dudas Tras la Detención del J.J

  1. El cinismo de Televisa de poner tras las rejas a los dealers de sus empleados, mismos que luego hacen comerciales anti-violencia, anti-drogas, anti-prostitucion, anti-corrupcion, etc.
    Pero bueno, a ver en que termina todo esto.

  2. la porqueria de los televisos no se termina aun y saldra mas de todo eso,salu2 afectuosos,…

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