Alejandro Saldívar
MÉXICO, D.F. (apro).- Está en prisión preventiva por un delito que, dicen, no cometió. Mariel Solís, de 23 años de edad, fue detenida sin orden de aprehensión. Como si se tratara de un “levantón”, agentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal la subieron a la fuerza a una patrulla y la hostigaron para que se confesara responsable de un homicidio ocurrido hace dos años.
Mariel, pasante de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue detenida alrededor de las 8:30 horas del viernes 8 de julio. Al día siguiente, sin que se agotara el término constitucional de 72 horas para definir su situación legal, fue trasladada al penal femenil de Santa Martha Acatitla.
A las 8:30 horas del viernes 8 de julio, Mariel salía de su casa en la colonia Copilco cuando un par de judiciales le gritó desde su automóvil: “Mariel, Mariel Solís, ¿eres tú?” Mariel aceleró el paso sin hacer caso. “Mariel Solís, detente”, la increparon.
“Ella empezó a gritar y a llorar, pues pensó que se trataba de un secuestro”, relata su prima Nuria Muñoz.
“La subieron a la unidad y le ordenan que confiese el crimen. Ella negó todo y fue trasladada a la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios de la PGJDF, en la delegación Azcapotzalco. Mariel no llegó a su trabajo, en la página web Sumedico.com, donde realizaba sus prácticas profesionales. Además, se la llevaron sin orden de aprehensión”, cuenta Muñoz.