Sábado 10 de diciembre de 2011, p. 9

Cineastas mexicanos externaron, algunos de manera sutil, su descontento con la estrategia del gobierno para acabar con el narcotráfico. En la imagen, desde la derecha, Gonzalo Lebrija, Rodrigo Plá y José María de Tavira. Foto: Notimex. Fuente: jornada.unam.mx
Marrakech, 9 de diciembre. Usando el marco de la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Marrakech, que se celebra por onceavo año en esa ciudad marroquí, cineastas mexicanos externaron, por medio del ya conocido cartel No más sangre
, su desacuerdo con la guerra del presidente Felipe Calderón contra el narcotráfico, la cual ha dejado miles de muertes a lo largo del país.
A iniciativa de Rodrigo Plá, realizador de cintas como La zona, algunos directores y actrices invitados al festival mostraron (algunos un tanto tímidamente) a las cámaras que filman cada uno de los momentos del encuentro, el conocido cartel de esta campaña nacional.
Hay que recordar que en esta edición, el encuentro marroquí dedicó una retrospectiva al cine nacional, con cintas ya reconocidas en el mundo como Amores perros, Y tu mamá también, El crimen del padre Amaro, Temporada de patos, La virgen de la lujuria y El laberinto del fauno, Japón, así como otras más actuales, como Los bastardos o Miss Bala.
En el inicio de la ceremonia de homenaje a los cineastas mexicanos, el director y actor originario de Casa Blanca, Faouzi Bensaidi, dio una introducción, antes de la proyección deMiss Bala y Días de gracia: “El cine mexicano ha causado un electroshocken el mundo, debido a que se ha mostrado sin concesiones. Para ello tiene fuentes suficientes. Ha sido un escape, una solución, y quizá una salvación para el futuro.
“No están aquí todos los representantes de esa generación brillante, pero los que sí, son parte de ese detonante. La alarma la encendió en 2000 Alejandro González Iñárritu con Amores perros, la cual mostró un hiperrealismo que significó un cambio en esa cinematografía, con Gael García Bernal como rostro de éste.”