Archivo de la etiqueta: Linchamiento Mediático

¡Que pase la violada!

Milenio
2011-01-18• Hey!
Álvaro Cueva

Con el pretexto de que la susodicha era menor de edad, don Carlos la presentó de espaldas. Imagen: Milenio.com

No conforme con habernos torturado la semana pasado con su juicio mediático a Kalimba, Carlos Loret de Mola nos presentó ayer en “Primero Noticias” a Daiana Geraldine Guzmán, la supuesta víctima del cantante.

¡Qué experiencia tan más ridícula, grotesca, chafa! Con el pretexto de que la susodicha era menor de edad y que había que proteger su identidad, don Carlos la presentó de espaldas en un sillón.

Y nomás le pudimos ver la melena. Jamás la cara, jamás los ojos, jamás las manos. ¿Así o más claro que esta historia se ha convertido en un “talk show” de mala muerte?

Porque, no nos hagamos tontos, eso es exactamente lo que hacen las conductoras de los “talk shows” cuando quieren jugar con el público.

Esconden a alguien atrás de una pared, le tapan la cara o le distorsionan la voz, pero no para protegerla, para incrementar el suspenso, para llamar más la atención, para subir el “rating”.

Ahora resulta que la televisión abierta nacional es muy respetuosa y que su mayor prioridad es la de proteger a los menores de edad.

¡Sí, cómo no! Por eso en 2010 nos la pasamos viendo fotos de la niña Paulette con vida, sin vida y en toda clase de posiciones. Por eso le conocemos la cara a los niños de la Guardería ABC.

Por eso cuando tembló en Haití se nos hizo un nudo en la garganta viendo a todos esos niños indefensos en la desesperación del hambre, la insalubridad y el caos. ¡Porque eran menores de edad!

Todo estos casos, más muchos otros, ameritaron que viéramos las caras de los menores de edad. El de Daina Geraldine, no. ¡Qué casualidad! Ni que fuera el niño sicario. Ni que su drama fuera un asunto de seguridad nacional.

¿Por qué “Primero Noticias” está protegiendo a Daiana Geraldine? ¿Cuál es la intención? ¿Morbo? ¿Circo? ¿Evitar que la gente se dé cuenta de algo?

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Kalimbagate, la Réplica en Redes Sociales

Jenaro Villamil

 

Still de la entrevista entre Loret de Mola y Kalimba.

-Ultima oportunidad, Kalimba, ¿violaste a esta niña? – insistió Carlos Loret de Mola en la parte final de un extenso y atropellado acoso mediático al cantante de 28 años en el programa Primero Noticias, la mañana del jueves 13 de enero.

-¿Cómo que última oportunidad? Ya te he dicho lo que pienso al respecto –reviró Kalimba.

Habían transcurrido 30 minutos. Los puntos de rating se dispararon en el Canal 2. Por eso prolongaron un encontronazo que tuvo muy poco de entrevista y mucho del tono de los talk shows.

Desinformado, sin mucho contexto del caso, a Loret de Mola sólo le interesaban dos cosas: saber si Kalimba “penetró” a una menor de edad y anticipar un juicio mediático que, por las reacciones inmediatas en las redes sociales se convirtió en un boomerang para el propio conductor de Primero Noticias.

La culpabilidad judicial de Kalimba lo determinarán los tribunales, pero en esa emisión matutina se demostraron los límites del acoso mediático confundido con entrevista y la frontera siempre resbalosa entre la “pregunta inquisitiva” y la insistencia morbosa, aún en contra del respeto a las menores presuntamente abusadas sexualmente.

Lo novedoso del caso Kalimba fue la inmediata y airada reacción en las redes sociales. En menos de 24 horas, se registraron 47 mil entradas en Youtube para registrar la entrevista con el cantante, ex estrella creada por Televisa a través del grupo OV7 y convertida por esa misma empresa en víctima de un nada sutil acoso en vivo y en directo.

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Réplica / Respuesta de Denise Dresser a Televisa

Por Denise Dresser.

Periódico Reforma.

Al leer la respuesta de Televisa a mi artículo «Macartismo televisivo» pensé que era un ejemplo clásico de la famosa frase de Shakespeare: «La dama protesta demasiado». En la obra del dramaturgo inglés Gertrude repite una y otra vez que no tuvo algo que ver con la muerte del padre de Hamlet, lo cual lleva a Hamlet a sospechar que sí estuvo involucrada. Lo mismo ocurre con Televisa. Insiste en sus irreprochables motivaciones, detrás de las cuales trata de esconder una realidad inocultable: para muchos sectores del país, Televisa tiene una marca empañada y una reputación manchada.

Repito lo que escribí. En el fondo su comportamiento no tiene una explicación compleja: se trata de un asunto de negocios y privilegios. De rechazar los reclamos de transparencia en el otorgamiento de las concesiones de radio y televisión, así como la competencia indispensable en el sector. Detrás de ello está la búsqueda de una certidumbre política que le permita obtener concesiones cuando quiera, como quiera. La certidumbre de mantener control sobre un gran pedazo del espectro. La certidumbre que le permita apuntalar su posición y bloquear a competidores potenciales en el mercado. Al intentar negarlo, Televisa tan sólo confirma lo que es: un poder fáctico cuya consolidación entraña un retroceso para el país y sus ciudadanos. De la mano de un gobierno victimizado que lo permite.

Consulta la nota original aquí.

 

Réplica / Responde Televisa a Denise Dresser

Periódico Reforma

(14 diciembre 2010)

Sr. Director:

En su artículo de opinión «Macartismo televisivo», Denise Dresser invita a una cruzada para, según ella, esclarecer, desenmascarar y evidenciar las distorsiones que Televisa disemina. Y habla de un linchamiento a Proceso, de una crítica a Reforma y de una crucifixión a los críticos de la ley de medios.

Dresser acusa desde una posición que exige honestidad intelectual, congruencia profesional y apego a la verdad. Con el respeto que nos merece una colaboradora de Televisa, tan sólo me referiré al apego a la verdad. Y al respecto, quiero dejar constancia de que la articulista miente en cada una de sus acusaciones: 1. No linchamos, ni siquiera acusamos a Proceso. Tan sólo consignamos la declaración de un testigo protegido quien desmiente lo que Proceso le atribuye a ese mismo testigo y asegura haber comprado la posición editorial de quien cubre para Proceso los temas vinculados al narcotráfico.

Al día siguiente, nuestros espacios informativos presentaron la respuesta de Proceso, así como las opiniones de periodistas independientes que cuestionaron el uso de este tipo de declaraciones, incluso por parte de Televisa.

En conclusión, Televisa consignó una declaración de un testigo protegido y luego llevó la réplica de Proceso y varias voces críticas. ¿Dónde está el linchamiento? Tal vez Dresser tendría que buscarlo en otro lado: en las páginas de Proceso en las que regularmente se calumnia a Televisa.

2. Dresser se asusta de que Televisa critique a Reforma, como si el derecho a la crítica sólo lo tuviesen quienes concuerdan con la articulista. Pero el tema de fondo es que Dresser se refiere a la serie de reportajes que transmitimos en nuestros noticiarios y en los que abordamos la muy documentada utilización de anuncios en medios impresos por las organizaciones involucradas en la trata de personas. Anuncios como los que contienen las páginas del periódico Reforma y su filial Metro. Hasta este momento, no ha habido ni una sola voz que diga que lo presentado en la pantalla sea falso en cualquier sentido. Los anuncios existen y todas las organizaciones que están en el combate a este tipo de delito, todas repito, se han manifestado en contra de esos anuncios. Valdría la pena escuchar qué es lo que Dresser tiene que decir sobre ese tema en lo sustantivo.

3. Por último, la pretendida crucifixión a los críticos de la Ley de Medios es absolutamente falsa. Televisa tuvo el cuidado de no manejar este tema en sus espacios informativos y jamás atacó, denostó o cuestionó a nadie, a pesar de la intensa campaña de ataques que Televisa recibió durante los meses en que esta ley se discutió en el Congreso.

Así, quien inventa hombres de paja para quemarlos vivos, denosta y lincha no es Televisa, como asegura Dresser, sino ella misma.

Atentamente,

Manuel Compeán Palacios
Director General Corporativo de Comunicación, Grupo Televisa

Consulta la nota original aquí.

Macartismo televisivo

Denise Dresser

El linchamiento a la revista Proceso. La crítica a Alejandro Junco y al periódico Reforma. La crucifixión en su momento a los críticos de la «Ley Televisa». La denostación a quienes insisten en el daño que produce su condición duopólica. La condena en la pantalla más grande del país a cualquiera que contravenga sus intereses, escrutine su actuación, cuestione sus actividades extralegales, alce la voz contra el surgimiento de un suprapoder que se impone por encima de los demás. Así actúa Televisa. Así contraataca. Así mezcla el espectáculo con el escándalo, así expropia el interés público para mantener privilegios privados. Así construye «la república de la pantalla», producto de una transición fallida a la democracia en la cual se impone un «Big Brother» que criminaliza a presuntos culpables a golpes de intimidación.

En su libro El sexenio de Televisa, Jenaro Villamil lo llama «macartismo televisivo» y tiene razón. Así como el senador estadou-nidense Joe McCarthy inició purgas, señalamientos públicos e indagaciones contra comunistas reales o imaginarios, Televisa resucita la dinámica de la desacreditación contra sus detractores. Y lo hace porque puede. Porque Bernardo Gómez le besó la mano a Marta Sahagún y obtuvo todo lo que quería para Televisa a cambio. Porque Felipe Calderón -como una esposa golpeada- sigue esperando que algún día su torturador lo tratará bien. Porque ambos gobiernos panistas, en lugar de colocar límites en torno al poder omnipresente de Televisa, han contribuido a su expansión.

Con efectos perversos. Noche tras noche Televisa se dedica a atacar, tergiversar, distorsionar. En el caso de la revista Proceso, los conductores destazan a la revista por supuestos vínculos con el narcotráfico sin permitirle el derecho de réplica que cualquier persona linchada por los medios se merece. En el caso del periódico Reforma, agreden al diario debido a la supuesta compra de espacios publicitarios por el crimen organizado. Y ésos son tan sólo dos botones de muestra recientes. Noche tras noche la televisión evidencia los problemas que la aquejan: la editorialización que sustituye a la información, el «pánico moral» que predomina por encima del periodismo profesional, el escándalo no verificable que reemplaza la investigación necesaria, el uso de un bien público para la defensa de intereses privados. El poder que Televisa ha acumulado y ahora desata contra cualquiera que cuestiona la forma antidemocrática y mercenaria como lo usa.

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El Estilo Televisa-Calderón de Linchar

“Eso no se vale. Yo estoy de acuerdo en que hagan todo lo posible por defenderse, Televisa y TV Azteca, pero el poder no se utiliza así”, exclamó Miguel Alemán Velasco, en enero de 2007, al hacer referencia a la campaña de linchamiento que ambas televisoras encabezaron en contra del empresario Isaac Saba para frenar su participación en la sociedad con NBC-Universal para ir por la tercera cadena televisiva en México.

En ese entonces, los noticiarios de Canal 2 y Canal 13 se unificaron para acusar a Grupo Casa de ser la responsable de “miles de muertes”, a través de la distribución de medicamentos. Morir sin Remedio, titularon a aquellos reportajes que nunca hicieron explícito que Saba era un posible competidor.

Televisa y TV Azteca lograron el efecto deseado: intimidar a Grupo Saba para retirarse de la inversión anunciada con NBC-Universal y cancelar, así, la posibilidad de tener a un socio mexicano en la búsqueda de una tercera cadena comercial. El gobierno de Felipe Caslderón estaba apenas por iniciar. Y su futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, había expresado su beneplácito a favor de una “tercera cadena”.

En entrevista con Proceso, Alemán Velasco se quejó amargamente de los excesos de los conductores de noticias, del uso y abuso de la pantalla televisiva para litigar intereses comerciales:

“Los noticieros no son solamente nota roja. Y el conductor no debe ser juez y parte, menos fiscal o verdugo. Eso se prohíbe en otras partes del mundo. Aquí, desgraciadamente, la opinión cuenta más que la información. Es decir, estamos opinando en vez de informando y basta y sobra con que nos caiga mal alguien para que lo hagamos polvo. Y más con el poder de la edición. Eso no se vale” (Proceso, No. 1578).

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Televisa vs. Proceso: breve cronología twittera.

Por Arturo Loría
03-12-2010. El linchamiento mediático iniciado por Televisa contra el semanario Proceso, además comenzar a se runa práctica común por parte de la empresa, ha sacado a la luz datos bastante interesantes. Ante la polémica surgida la noche del miércoles 1º de diciembre en El Noticiero con Joaquín López Dóriga, donde Televisa abiertamente acusó al reportero Ricardo Ravelo de recibir dinero por parte del narcotráfico para escribir sus reportajes, decidimos analizar uno de los espacios de expresión más libre y con mayor flujo de información: la red social Twitter.
Los fenómenos aquí ocurridos son tan sólo una pequeña muestra de una situación bastante densa y compleja que, si bien no da una perspectiva completamente clara de todo el proceso, saca a la luz pequeños detalles que no hay que perder de vista.
En un orden más o menos cronológico, la situación en Twitter es la siguiente: se dan las declaraciones de López Dóriga y posteriormente el «análisis» por parte del equipo informativo de Televisa en el programa Tercer Grado. A esas horas, los temas #Proceso y #Televisa comienzan a ser mencionados en Twitter. Es hasta el día siguiente, tras las declaraciones de Carlos Loret de Mola en su noticiero, que ambos se posicionan como Trending Topics y que la gente comienza a emplear la expresión #mientocomotelevisa que, hasta hoy, sigue ubicado en los primeros lugares  del top.
El jueves al mediodía era posible encontrar los tres Trending Topics en el top: #Televisa, #Proceso, y #mientocomotelevisa. Esta última expresión, fue comenzada a ser usada en broma un poco a la manera de lo que ocurrió con #silosminerosfueranmexicanos, y he aquí una de las razones por las que sigue siendo TT: el tema evolucionó de una situación particular para que los usuarios pudieran expresar sentimientos o situaciones más generales respecto a la empresa, resultando en cientos de miles de tweets con esta expresión (muchos más que #Televisa o #Proceso).

Televisa planeó el linchamiento mediático al ver afectados sus intereses: académica

Carlos Paul, Ariane Díaz y Fernando Camacho
Periódico La Jornada
Viernes 3 de diciembre de 2010, p. 16

La información difundida el pasado miércoles en el principal noticiario de Televisa, bajo la conducción de Joaquín López Dóriga, respecto de que el reportero Ricardo Ravelo, del semanario Proceso, recibe dinero de jefes del narcotráfico, es un ajuste de cuentas contra un medio crítico que resulta incómodo a la emisora, afirmaron académicos universitarios y defensores de derechos humanos.

Alma Rosa Alva de la Selva, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también colaboradora del semanario, consideró que el planteamiento de la televisora es un linchamiento mediático hacia una revista que ha revelado sus proyectos y maniobras, sobre todo en el área de telecomunicaciones y en los relacionados con figuras públicas con miras al proceso electoral de 2012.

Por su parte, Omar Raúl Martínez, director de la Revista Mexicana de Comunicación y docente de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, consideró “el colmo que las autoridades, en lo que pudiera interpretarse como un acto de revancha por la incisiva cobertura informativa deProceso en torno al presidente Calderón y a la voracidad empresarial de Televisa, erigen un tribunal mediático para señalar la presunta complicidad con el narco de un reportero a partir de los dichos de un testigo protegido”.

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“De Presidencia o PGR, orden de filtrar declaración de El Grande”

Arturo Cano
Periódico La Jornada
Viernes 3 de diciembre de 2010, p. 11

“Televisa no acusa, quien lo hace es Sergio Villarreal, El Grande, quien está en manos de la Procuraduría General de la República (PGR)”, dice el conductor Joaquín López Dóriga en su programa de radio vespertino, ya desatada la desigual batalla entre el poderoso consorcio televisivo y el semanario Proceso.

Aunque el vocero del gobierno federal, Alejandro Poiré, afirma que el implicado es el reportero Ricardo Ravelo –quien, según El Grande, le pidió 50 mil dólares para que dejara de mencionarlo–, y no la revista para la que trabaja, Televisa mantiene en su portal la cabeza que dice así: “El Grande acusa a Proceso de recibir dinero del narco”.

–López Dóriga dice que ellos no acusan.

–La orden para filtrar esa declaración es de la Presidencia de la República o de la PGR, o de ambas. Pero el instrumento es Televisa –dice a este diario el reportero Ricardo Ravelo, quien desde muy temprano queda, tras el golpazo en la pantalla, del otro lado de la barrera, como declarante.

En un comunicado tempranero,Proceso sostiene que el montajequeda en evidencia cuando Televisa informa que la declaración de Villarreal fue videograbada el 4 de noviembre. Pero como el capo se refiere a una edición de la revista publicada 17 días después, en su noticiero de la mañana del jueves Televisa se corrige: fue el 24 de noviembre.

Ravelo aporta otro dato que mete dudas sobre el testimonio de Villarreal: “No hay ni siquiera coincidencia en las fechas. El Grande dice que lo hicimos famoso por notas publicadas entre 2003 y 2006, cuando el primer reportaje donde se le menciona fue publicado en 2007”.

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Macartismo Televisa-Calderón

(Fragmento del Capítulo VII del libro El Sexenio de Televisa)

Jenaro Villamil

En su emisión nocturna del miércoles 1 de diciembre, El Noticiero de Canal 2 difundió acusaciones del narcotraficante Sergio Villarreal, alias “El Grande”, en contra del reportero Ricardo Ravelo, de la revista Proceso. López Dóriga editorializó y sus compañeros de Tercer Grado dieron una cátedra de cinismo en contra de la revista que ha documentado desde hace años la narcopolítica y los excesos del poder mediático. Televisa, con el claro apoyo del gobierno de Felipe Calderón, inició otra campaña. Para comprender mejor este nuevo estilo de macartismo desde la pantalla, presentamos como información de contexto uno de los antecedentes principales de lo que ahora vemos como un método de intimidación y censura.

El lunes 30 de agosto de 2010, El Noticiero, conducido por Joaquín López Dóriga, abrió la información con el despliegue informativo de la detención de Edgar Valdés Villarreal, alias La Barbie, y con algunos adelantos del cuarto informe de gobierno de Felipe Calderón.

Al filo de las 23 horas apareció el mensaje del empresario regiomontano Lorenzo Zambrano, presidente del Grupo Cemex, quien un día antes escribió en su cuenta de Twitter que “quien se va de Monterrey es un cobarde”. El magnate convocó a “luchar por lo que creemos. Tenemos que retomar nuestra gran ciudad”.

Zambrano aludía así a la ola de pánico generada en la clase pudiente de Monterrey, a raíz de los enfrentamientos de los cárteles de la droga, los narcobloqueos y una ola delictiva inusitada en la ciudad que es considerada la capital de los grandes grupos financieros e industriales del país.

Sin embargo, el noticiero estelar de Televisa contextualizó el Twitter de Zambrano con una información extraña:

“Y no es que sean muchos los hombres de negocios que se han ido de Monterrey, pero sí son conocidos”, afirmó López Dóriga. “Es el caso del dueño de los periódicos El Norte y Reforma, Alejandro Junco, que es uno de los que abandonaron Monterrey para irse a refugiar a Texas, donde vive en su residencia de Austin.

“En julio de 2008, cuando se fue, Junco envió una carta al gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás”. La imagen de fondo, mientras se reproducían párrafos de la misiva, era una foto de Junco de la Vega.

“Sé que te enteraste de que mi familia y yo nos hemos cambiado de residencia a Texas. Estaba en un dilema. Comprometer nuestra integridad editorial o cambiar a la familia a un lugar seguro. Los problemas de inseguridad a eso nos orillaron. Perdimos la fe. Y eso cuenta mucho en un país donde millones la han perdido y han emigrado”, decía la carta de Junco de la Vega, en uno de sus párrafos centrales.

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