Archivo de la etiqueta: Ley Televisa

Televisa y #YoSoy132, símbolo y poder

Jenaro Villamil


Integrantes del movimiento #YoSoy132 durante la instalación del bloqueo simbólico a las instalaciones de Televisa Chapultepec. Foto: Marco Peláez. Fuente: jornada.unam.mx

El primer cerco pacífico de 24 horas a las instalaciones de Televisa, las ubicadas en la avenida Chapultepec y Balderas, inició con una proclama de los jóvenes integrantes del movimiento #YoSoy132: “¡basta de envenenar a la verdad con dinero!”.

Nunca más claro. El problema con Televisa y con su socia TV Azteca es que hace bastante tiempo perdieron la veracidad frente a las audiencias para convertirse en un modelo de poder político.

No es la primera vez que se organiza una protesta contra la empresa fundada por la dinastía Azcárraga y estrechamente vinculada a la historia del PRI. La noche del 26 de julio del 2012 recordaron cómo Televisa surgió a unos cuantos años de distancia de la fundación del Revolucionario Institucional, en el sexenio de Miguel Alemán, quien fue uno de los beneficiarios de las primeras concesiones de Televisión. “El contubernio Televisa-PRI tiene más de 60 años”, advirtieron. Y no les faltó razón.

Sigue leyendo.

Debate Entre López Dóriga y López Obrador, La Ley Televisa y la Ley de Apoyo a Peña Nieto

Jenaro Villamil

De manera poco usual en esta campaña, el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador protagonizó en la tarde del jueves 26 de abril un debate en Radio Fórmula con el conductor del noticiario estelar de Televisa, Joaquín López Dóriga, para ventilar algo que estaba pendiente en los propios espacios mediáticos masivos: el episodio de la Ley Televisa, una contrarreforma impuesta por el mayor consorcio de comunicación y de poder en este país hace seis años, y el papel de la empresa de Azcárraga Jean como promotor, protector y beneficiario de la campaña de Enrique Peña Nieto.

La polémica se originó a raíz de la declaración de López Obrador, en el noticiario de MVS conducido por Carmen Aristegui (vetada hasta por su nombre en los espacios de la pantalla de Televisa), a quien le aclaró que no participó en el segundo debate del 2006 y en la mesa del posdebate porque le preparaban una trampa en el Canal 2.

López Dóriga acusó a López Obrador de mentiroso en sus espacios radiofónico, televisivo y periodístico. Se valió de esta polémica para “decretar” en el programa Tercer Grado, de Canal 2 que con estas declaraciones “terminaba la República Amorosa” de López Obrador y éste volvía al tono “rijoso de siempre”.

Otro antecedente, menos visible, explica este episodio reciente. López Obrador ha sido el único de los candidatos presidenciales que ha propuesto en esta campaña la “democratización de los medios”, durante una intervención en Jalapa, el 17 de abril pasado. Ya sabemos que para Televisa cualquier propuesta que implique abrir la competencia en televisión abierta y en el triple play representa veneno puro.

Esta polémica alentada por López Dóriga constituye una manera del “Canal de las Estrellas” para tomar nota del golpe. Televisa, una vez más, se vuelve juez, parte y beneficiario de la contienda presidencial del 2012.

Obviamente, el debate no se generó en el espacio de la televisión abierta (Canal 2) sino en Radio Fórmula, empresa que generalmente ha apoyado las posiciones de Televisa por una razón fundamental: depende del consorcio de Azcárraga Jean para que no “bajen” la señal de TeleFórmula en Cablevisión, Sky y en otras empresas de televisión por cable que controla la empresa de Azcárraga Jean.

Una tercera característica de esta polémica entre López Dóriga y López Obrador es que se realiza 10 días antes del primer debate entre candidatos presidenciales, ordenado por el IFE. El candidato priista Peña Nieto ha rechazado asistir a debates no sólo en MVS con Carmen Aristegui sino en espacios académicos donde él pueda salir cuestionado. López Obrador le ha reprochado a Televisa que no miden con la misma vara a él y a Peña Nieto, cuando éste también se niega a debatir en espacios no controlados ni “amigables”.

Sigue leyendo.

La Rendición ante la Telebancada (Segunda Parte)

Jenaro Villamil

Consulta la primera parte aquí.

El Contragolpe

Raúl Trejo Delarbre, presidente de la AMEDI hasta 2011, consideró que los intereses de las televisoras fueron disfrazados en esta iniciativa.

La propuesta del PRD para modificar los artículos 49 Bis y 79 Bis de la Ley Federal de Radio y Televisión responde a un reclamo de Televisa y TV Azteca. Desde 2007, ambas televisoras emprendieron una guerra en contra de la reforma electoral aprobada por el Congreso. En los últimos dos años han protagonizado un claro enfrentamiento con el Instituto Federal Electoral que se convirtió en organismo regulador de la transmisión de spots en medios electrónicos.

Gracias a esta contrarreforma, los concesionarios de televisión podrán evadir la obligación de difundir spots de campañas políticas en cada localidad. Los cambios a la legislación sólo les autorizan transmitir las llamadas pautas nacionales y evitar la difusión de mensajes electorales destinados a cada ciudad o estado.

La redacción del artículo 49-Bis quedó de la siguiente forma:

Dos o más estaciones podrán ser operadas bajo la figura de red o cadena, ya sea regional o nacional.

La figura de red o cadena, se refiere al enlace o a la retransmisión del contenido programático que se origine en la estación que para tal efecto sea designada como estación de origen, mediante la notificación correspondiente a la comisión.

En una misma red o cadena se podrán enlazar únicamente estaciones de la misma naturaleza y propósito, ya sean concesiones o permisos.

Las “cadenas” o “enlaces” nacionales ya son una práctica común en las televisoras. Canal 2, de Televisa, y Canal 13, de TV Azteca, son “cadenas” porque enlazan a varias concesiones estatales.

El problema es que se le agregó un apartado al artículo 79-Bis de la Ley Federal de Radio y televisión que excluye a los concesionarios de la obligación de transmitir los spots electorales dispuestos por el IFE en los tiempos de Estado.

El 79-Bis quedó redactado de la siguiente manera:

Para efectos de lo dispuesto por el artículo 79-A de esta ley, así como lo relativo al cumplimiento de los tiempos que correspondan al Estado diariamente, en los casos de las estaciones que operen bajo la figura de red o cadena conforme a lo previsto en el artículo 49-Bis, se considerará cumplida la obligación de los concesionarios y permisionarios de dichas estaciones al transmitir las pautas, programación o propaganda que las autoridades correspondientes entreguen a la estación que haya sido designada como estación de origen conforme al artículo 49-Bis.

Trejo Delarbre puso el siguiente ejemplo para explicar esta contrarreforma: si los televidentes de la estación que repite en Mérida la señal del canal 2 de Televisa sólo tendrán acceso a los spots de las campañas federales, no a los spots de quienes contienden por la gubernatura o por alcaldías y diputaciones locales.

Los intereses de las televisoras fueron disfrazados en la iniciativa. La exposición de motivos hace referencia a la necesidad de “facilitar” el registro de las estaciones de radio indígenas y mencionan la promoción de “la alimentación nutritiva y equilibrada”.

“Resulta ofensivo que los legisladores utilicen el supuesto reconocimiento de emisoras indígenas para enmascarar el propósito de la reforma legal, con ello los supuestos representantes populares se burlan de la histórica demanda de las comunidades indígenas y medios comunitarios para su legítimo reconocimiento en condiciones de equidad. La zanahoria delante del garrote”, advirtió la AMEDI en su comunicado.

La contrarreforma fue aprobada por 244 votos a favor, sólo 4 en contra, 3 abstenciones. Estuvieron ausentes 210 legisladores y se aprobó con apenas 1 legislador para cumplir con el quórum legal.

Sigue leyendo.

La Rendición ante la Telebancada (Primera Parte)

Armando Ríos Pitter, presentó el pasado 20 de marzo, una iniciativa para radio y televisión.

Jenaro Villamil

En pleno proceso electoral, al final de la Legislatura y al vapor, la Cámara de Diputados aprobó el 12 de abril pasado un nuevo “regalo” al duopolio televisivo, similar en las formas y en la rapidez con la aprobación de la Ley Televisa, en vísperas de las campañas presidenciales del 2006.

En esta ocasión, Televisa y TV Azteca contaron con un singular aliado: el ex coordinador de la bancada del PRD, Armando Ríos Pitter, quien presentó la iniciativa apenas el pasado 20 de marzo, antes de irse a su campaña como senador del PRD por Guerrero.

Gracias al cabildeo de la “telebancada”, a las presiones directas de los concesionarios y al desconocimiento de algunos legisladores que pensaron que tal iniciativa era para apoyar a las radios indígenas y promover la “alimentación nutritiva y balanceada”, 244 diputados federales –del PRI, PAN, PRD, Partido Verde, PT y Panal- aprobaron cambios a los artículos 49 Bis y 79 Bis de la Ley Federal de Radio y Televisión.

“Pasó con dispensa de trámite desde la comisión de Radio y Televisión. Fue al vapor y su redacción fue tan tramposa que muchos se fueron con lo que decía la exposición de motivos”, advirtió Jaime Cárdenas, del PT, el único legislador que argumentó en contra.

Sigue leyendo.

Regresión en San Lázaro. Diputados al servicio de las televisoras

Raúl Trejo Delarbre/Sociedad y Poder

En diciembre de 2005 la Cámara de Diputados aprobó la “Ley Televisa” en una operación de siete minutos con 327 votos a favor y ni uno en contra. Ahora, el jueves 12 de abril, el Palacio Legislativo de San Lázaro fue escenario de otra rendición de los diputados ante el poder de las televisoras. Con 244 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones, fue aprobada una reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión que les permitirá a los concesionarios eludir la obligación de difundir los spots de campañas políticas en cada localidad, como indica la legislación electoral.

Esa ha sido una exigencia reciente y muy intensa, especialmente de Televisa y Televisión Azteca. Las pautas para la programación de spots que entrega el IFE pueden ser de carácter nacional, para que un mensaje se difunda en todo el país, pero los partidos políticos también tienen derecho a que se transmitan spots en ciudades o estados específicos. La obligación de las televisoras que difunden en cadenas nacionales para interrumpir esas transmisiones y dar paso a mensajes de carácter local, también se pone en práctica cuando es preciso que en una entidad no se publiciten mensajes políticos destinados a estados vecinos.

En las semanas recientes, las pautas de transmisión de los spots fueron impugnadas por las televisoras. El IFE accedió a que varias docenas de repetidoras de Televisa y Azteca no hicieran el switcheo al que están obligadas, tomando en cuenta que transmiten para poblaciones pequeñas y que en algunos casos demostraron dificultades técnicas para interrumpir las señales nacionales. Pero la decisión del IFE señaló, además, que el primer día de 2013 absolutamente todas las repetidoras debían estar acondicionadas para dar paso a los spots locales.

La reforma aprobada por los diputados permite a las televisoras eludir esa decisión del IFE. Allí se establece un nuevo artículo que dice:

Sigue leyendo.

Critican como “Retroceso Grave” el “Regalo” de Diputados a las Televisoras

Jenaro Villamil

Un día después que la Cámara de Diputados aprobara con los votos a favor de sólo 244 legisladores federales una reforma fast track para favorecer a las televisoras, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI) y distintos especialistas consideraron que este cambio es “anticonstitucional” e implica “un grave retroceso en la reforma electoral”, aprobada en 2007, y expresa “una inquietante subordinación de los partidos políticos al interés” de las dos grandes empresas mediáticas, Televisa y TV Azteca.

El comunicado de la AMEDI advierte que al establecer que las redes o cadenas de televisión o radio estarán obligadas a transmitir sólo las pautas nacionales determinadas por el IFE, esta reforma legal “permite que las estaciones locales no difundan mensajes electorales destinados a una ciudad o a un estado específicos”.

“Televisa y Televisión Azteca han mostrado gran reticencia para bloquear sus transmisiones nacionales e insertar, en cada repetidora, los spots de propaganda electoral dirigidos a los ciudadanos de cada localidad. Con argucias técnicas han presionado a lo largo de este tiempo al IFE para evitar dichos bloqueos, sin el éxito que esperaban y ahora promovieron una reforma que se contrapone a las disposiciones constitucionales en la materia”, explica el comunicado de la asociación, presidida por Aleida Calleja.

En la sesión del 12 de abril, los diputados federales aprobaron lo que muchos especialistas consideran como un “regalo” a las televisoras: le agregaron a los artículos 79 bis y 49 de la Ley Federal de Radio y Televisión la consideración que les permite que cuando haya una cadena o encadenamiento de señales (como en el canal 2 de Televisa o el canal 13 de TV Azteca) se den por cumplidas las pautas correspondientes a los tiempos del Estado, con el argumento de que es suficiente que la estación original demuestre el cumplimiento respectivo.

La iniciativa original fue presentada por el coordinador de la bancada del PRD, Armando Ríos Pitter, el 22 de marzo pasado. Ríos Pitter es actualmente candidato a senador de su partido por Guerrero. En la sesión no estuvo presente ni siquiera para defender su “iniciativa”.

Sigue leyendo.

Beatriz Solís Lerée, Defensora de Radio Educación

Revista Zócalo

Ernesto Villanueva y Beatriz Solís Lerée. Fuente: zocalo.com.mx

Beatriz Solís Lerée fue designada como la nueva Defensora del Radio Escucha de Radio Educación. Solís Lerée es una emblemática catedrática de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco; investigadora a favor de los derechos de las audiencias y contenidos en los medios de comunicación electrónicos y tenaz luchadora por una reforma a la legislación en radiodifusión.

Desde la academia Solís Lerée ha contribuido a forjar a generaciones de comunicadores analíticos y críticos e impulsado la investigación de la realidad mediática. Forma parte de diversas asociaciones profesionales de México y América Latina.

La nueva Defensora es también una activista social, una militante de la causa por la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión, el respeto a la libertad de expresión y el pleno ejercicio del derecho a la información, desde hace más de tres décadas. La maestra Solís salió de las aulas para impulsar con otros sectores académicos, periodísticos y legislativos, el análisis y la reforma de los medios de comunicación masiva: génesis, estructura, contenidos, publicidad y el poder fáctico de los mismos. Uno de sus orgullos es haber derrotado, junto con muchos otros, la Ley Televisa en 2006.

El fortalecimiento de los medios de servicio público, la defensa de las radios comunitarias y el aprovechamiento de las ventajas tecnológicas para la mayor parte de los mexicanos, son temas recurrentes de su agenda, ventilados en conferencias internacionales, que ella organizó. Hace una década fundó la Asociación Mexicana de Derecho a la Información. Ahora será la Defensora del Radio Escucha de Radio Educación (2012-2014). Solís Lerée es también colaboradora e integrante de Comité de Redacción de la revista Zócalo. (Redacción)

Sigue leyendo.

La Responsabilidad Social de los Medios (Segunda parte)

Segunda parte del texto leído en el Coloquio de Otoño de la Universidad Veracruzana. Consulta la primera parte aquí.

Jenaro Villamil

Recuperación de lo Público

Es un hecho cada vez más presente que la política en México se hace en los medios y para los medios, en particular, para la televisión comercial. Como vehículo de promoción y publicidad –incluso, a costa de la serie de escándalos y videoescándalos- de los políticos, la televisión abierta es la gran plataforma de conocimiento.

Sin embargo, esto no ha enriquecido la política y menos lo político. Ni los modelos televisivos y radiofónicos imperantes en México promueven la deliberación pública sino la estridencia de lo efímero, una especie de talk show imparable y permanente, al margen y por encima de las propias demandas, intereses y necesidades de la sociedad.

De esta manera, el divorcio se plantea así: la información como un bien público es sustituida por la mercadotecnia como política esencial de los medios; la comunicación se confunde con la publicidad y la propaganda; los mismos medios electrónicos, lejos de cumplir con un servicio acorde con su condición de señales públicas concesionadas, se transforman en poderes fácticos que se sobreponen y determinan a lo público.

Jesús Martín Barbero escribió en Los Medios y las mediaciones:

“En América Latina el abandono del mediacentrismo se está produciendo menos por el impacto de la reconversión industrial de los medios que por la fuerza con que los movimientos sociales hacen visible las mediaciones”.

Barbero propuso investigar tres lugares de mediación: la cotidianidad familiar, la temporalidad social y la competencia cultural.

Esta propuesta no ha dejado de ser válida como una fórmula para recuperar el espacio de lo público en nuestros medios masivos. La responsabilidad no es sólo de los movimientos sociales sino de nuestros propios políticos y de los trabajadores de los medios de comunicación.

La mediación sin democratización es la ruta más segura para la derrota civilizatoria de nuestra sociedad. Recuperar lo público reclama expropiar de la ruta de los videoescándalos, de la teleguerra sucia y de la autocensura informativa la riqueza cultural que es una promesa incumplida de nuestros medios.

Sigue leyendo.

La Responsabilidad Social de los Medios (Primera parte)

Jenaro Villamil

Texto leído en el Coloquio de Otoño de la Universidad Veracruzana.

Cuatro preguntas fundamentales se plantean cuando reflexionamos sobre el papel de los medios de comunicación en México y su responsabilidad social frente al inacabado y complejo proceso de transición en nuestro país:

1.-¿Es posible fortalecer la democracia con empresas mediáticas que le apuestan más a la concentración y les quedan incómodos los valores democráticos como pluralidad, tolerancia, libertad de expresión, acceso a la cultura y a la información, compromiso con la educación, respeto y promoción a los derechos de las audiencias, por mencionar sólo algunos?

2.-¿Cómo ejercen su responsabilidad social estos medios ante un panorama dominado por la dictadura del rating, la hipercomercialización de sus contenidos, la transformación de la sociedad de la información en una especie de sociedad anónima de la desinformación?

3.-¿Qué escenarios se presentan ante los adelantos tecnológicos que aceleran el proceso de convergencia entre los lenguajes audiovisuales, cibernéticos y de telecomunicaciones y la irrupción de las redes sociales como medios alternos?

4.-¿Estamos construyendo los trabajadores de los medios las condiciones necesarias para responder a las exigencias y el creciente malestar de las audiencias frente a los contenidos mediáticos predominantes o nos quedamos pasmados, en la medida que somos jueces y parte de este proceso?

 Son preguntas abiertas que no tienen respuestas sencillas ni esquemáticas, pero que invitan a una revisión y reflexión. Y éste es el objetivo de mi participación.

Sigue leyendo.

Calderón, su República de Pantalla

forbes.com

A finales de diciembre de 2010, el acuerdo de interconexión firmado entre Telmex y Telefónica, los dos acérrimos rivales en el mercado de telefonía, prendió los focos de alerta en las oficinas de las dos grandes televisoras: Televisa y TV Azteca.

A partir de ese momento, la sociedad de intereses mutuos entre las dos grandes televisoras se transformó en una carta de intención para que Televisa adquiriera el 50 por ciento de las acciones de Grupo Iusacell, perteneciente a Grupo Salinas, y se concretara la alianza fundamental: bloquear el acceso de Telmex al mercado de la televisión restringida.

Cuando el columnista Miguel Angel Granados Chapa reveló a principios de 2011 estas negociaciones las dos televisoras se rasgaron las vestiduras y desmintieron airadamente al prestigiado periodista. Pocos meses después, lo que negaron públicamente se confirmó ante los mercados bursátiles en medio de la “guerra sucia” desatada entra las dos televisoras y Grupo Carso, a partir de febrero de este año.

Desde ese momento, quedó muy claro que el proyecto de convergencia, competencia y cobertura del gobierno de Felipe Calderón para el sector de las telecomunicaciones quedaba sepultado para lo que resta de su sexenio.

El cálculo electoral pesó más que el poderío económico de Carlos Slim. La campaña para la sucesión del 2012 había arrancado y a la administración federal panista le importa más la república de pantalla que la república convergente.

Sigue leyendo.