Antes de que llegara el fin de mundo fui a «disparar» unos shots de Tequila, a disfrutar de la enorme variedad y calidad de los programas de la televisión mexicana, escuché un narcocorrido antes de que los prohibieran y vi una película de Lars von Trier, aunque no entendiera nada y me parecieran más aburridas que sus declaraciones.
Pero el fin del mundo no llegó y lo único que quedaron fueron nuestros declarantes de esta semana, más destacados por su humor involuntario y por documentar nuestro optimismo.