Jenaro Villamil
Comienza la cuenta regresiva. La agonía de un gobierno federal manchado de sangre. Con la credibilidad más baja en años. Deja una “guerra” sin victoria y con muchas derrotas. La principal de ellas: la incapacidad de restituir el orden y la seguridad en la mayoría de las entidades. El ejército vulnerado en su prestigio y una poderosa Secretaría de Seguridad Pública que morirá tras 12 años de incapacidad y millonarios recursos económicos.
Con el calderonismo comienza la principal batalla del PAN: haber gobernado dos sexenios y terminar como tercera fuerza política. ¿Cómo remontar la sombra del calderonismo? El PAN perdió no sólo la presidencia de la República. Dejó de gobernar Jalisco, Yucatán, Morelos, San Luis Potosí. Y ahora, el ex presidente será un “peligro” para su partido.
No fue ni el sexenio de las “manos limpias” y menos el “gobierno del empleo”. La corrupción se disparó. Los gobernadores se volvieron señores feudales sin contrapeso alguno. Y más de 7 millones de desempleados nunca vieron mejor futuro. Culmina con una reforma laboral a la orden de los patrones, no de los trabajadores.
¿Cuáles son los momentos iconográficos más fuertes de este sexenio? Aquí van algunos.