Jenaro Villamil
El único evento de los festejos del Bicentenario de la Independencia que no generó suspicacias en las cuentas, abultados presupuestos millonarios y dispendios típicos de este gobierno, fue sacar a pasear los huesitos de Hidalgo, Allende, Aldama, Morelos, Nicolás Bravo, Quintana Roo, Josefa Ortiz de Domínguez y otros héroes presuntamente identificados y catalogados por el INAH para exhibirlos en el Palacio Nacional.
Quizá por esta razón, el gobierno de Calderón decidió hacer un maratón televisivo –transmitido en vivo por Foro TV y Milenio TV- para halagarse a sí mismo con el llamado “Retorno de los Héroes”, en una ceremonia que tenía más de ritual mortuorio de índole religioso que un acto cívico.
Desde las 8 de la mañana se realizó la transmisión de este evento con el boato de la ceremonia militar este sábado 30 de julio.