Jenaro Villamil
Por considerar que la adquisición de Grupo Televisa del 50 por ciento de las acciones de la telefónica Iusacell “induce casi forzosamente” a la colusión y coordinación entre las dos televisoras que dominan el mercado de publicidad en este medio y de contenidos, la Comisión Federal de Competencia decidió rechazar por 3 votos contra 2 la solicitud de concentración.
Al dar a conocer el resultado de la resolución adoptada el 24 de enero pasado, la CFC indicó que “una asociación de esta magnitud, con poder de veto de cualquiera de las partes sobre las decisiones corporativas de la empresa conjunta y con mecanismos formales para la comunicación entre Grupo Salinas y Grupo Televisa, crea nuevos y poderosos incentivos económicos para que las partes no sólo cooperen en la empresa conjunta, sino también se coludan en otros mercados. Así lo indica contundentemente tanto la teoría económica como la práctica internacional en materia de análisis de concentraciones”.
El comunicado emitido por la CFC desglosa los posibles “impactos” que tendría la fusión de ambas compañías. En el mercado de la telefonía móvil “no origina riesgos para la competencia”, pero aclara que la transacción planteada (1,600 millones de dólares para adquirir deuda convertible en 50 por ciento de las acciones de Grupo Iusacell) “no es la única manera de lograr estos beneficios”.
Recomiendan que puede materializarse “con la inyección de recursos a Iusacell de cualquiera de otra fuente distinta a su principal competidor en otros mercados”, en clara alusión a Grupo Televisa, “o a través de una estructura accionaria que no indujera a la cooperación entre competidores”. Proceso reveló que si Grupo Televisa adquiriera el 100 por ciento de Iusacell no tendría ningún problema para la competencia.