Jenaro Villamil

Jonathan dos Santos y sus compañeros de equipo dejando el hotel. Fotografía: Leo La Valle/EPA. Imagen: http://www.guardian.co.uk/
¡Qué diferentes las cosas si el jugador Jonathan dos Santos no hubiera demandado al hotel de Quito, Ecuador por presunto robo en cinco cuartos! El imberbe seleccionado de la Sub 22 no se imaginó que el gerente del lugar le tenía deparada una sorpresa: el video donde se observa el ingreso de 4 sexoservidoras a las habitaciones de los futbolistas mexicanos alojados en ese recinto.
Las imágenes cruzaron el Atlántico y fueron transmitidas en los canales de televisión españolas, mientras en México el programa Capitanes, de ESPN y conducido por José Ramón Fernández, divulgaba el lunes 27 de junio que hubo prostitutas en la concentración del Tri Sub 22.
El escándalo ya había prendido y se internacionalizó. No era para menos. Apenas unas dos semanas atrás, los seleccionados mexicanos Guillermo Ochoa, Edgar Dueñas, Francisco Rodríguez, y Christian Bermúdez dieron positivos en un control antidoping por clembuterol. Y un año atrás, una fiesta privada realizada en Monterrey también generó una rebelión de los seleccionados mexicanos.