Jenaro Villamil

Imagen: Proceso.com.mx
El 18 de enero de 1996, Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, firmó ante el notario Juan Manuel García de Quevedo y Cortina su testamento. Dividió en seis partes iguales su fortuna (16.66 por ciento), correspondiente a las acciones que él detentaba en Grupo Televicentro, Grupo Triple C y Grupo Televisa.
El reparto se dividió entre los siguientes personajes: Paula Cussi, su esposa desde 1970, así como sus tres hijas (Alejandra Patricia, Ariana Cristiana, Carla Laura), su único hijo varón (Emilio Azcárraga Jean) y su última pareja sentimental, Adriana Abascal.
El 3 de marzo de 1997, un mes antes de fallecer, El Tigre operó la parte más complicada de su herencia: traspasó el mando del consorcio a su hijo, Emilio Azcárraga Jean, a quien nombró director general, y a Guillermo Cañedo White, como presidente del Consejo de Administración.
Esa duplicidad de funciones complicaron los primeros meses de conducción del imperio televisivo, pero para inicios de 1998, Azcárraga Jean ya tenía los hilos del control de Televisa: reportó ante la autoridad bursátil norteamericana que había pasado de tener el 10 al 50.3 por ciento del consorcio. Apoyado por el gobierno de Ernesto Zedillo y con créditos otorgados por Banco Inbursa y otras instituciones financieras, el heredero de El Tigre adquirió las acciones de sus primos los Diez Barroso, y se vendieron las partes correspondientes de la familia Alemán, de los Cañedo White, de Alejandro Burillo Azcárraga e, incluso, el 10 por ciento de Paula Cussi.
Sin embargo, el reparto del legado de El Tigre dejó inconformes a las dos herederas que no formaban parte de la dinastía Azcárraga: a la ex reina de la belleza, Adriana Abascal, y a la última esposa legal, Paula Cussi.
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