Texto Completo Publicado en la revista Proceso No. 1847.
Jenaro Villamil
Un falso secuestrador asesinado por agentes de la AFI en 2002; una indígena otomí presentada con engaños como secuestradora de seis agentes de la AFI en marzo de 2006; un pastor aeropirata que nunca tuvo explosivos ni amenazó a los pasajeros, capturado ante las cámaras de televisión por Genaro García Luna en septiembre de 2009; unos reporteros de Televisa y Grupo Milenio falsamente rescatados por la Policía Federal en julio de 2010; la presentación “espectacular” ante las cámaras televisivas de Edgar Valdés Villarreal, La Barbie, horas antes del IV Informe de Gobierno de Felipe Calderón; el montaje del caso del futbolista Salvador Cabañas para inculpar al gerente del Bar-Bar, en función de los intereses de Televisa.
Estos son, entre decenas de otros ejemplos, los más casos más significativos de “recreaciones”, invenciones o relaties judiciales orquestados entre Genaro García Luna, ex titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y actual secretario de Seguridad Pública, y la empresa Televisa, con el aval de los dos presidentes de la República, de extracción panista.
Antes y después del caso de la joven francesa Florence Cassez, los agentes policiacos bajo las órdenes de García Luna se especializaron en “manejo de escenarios” y de recreaciones para transmitir en televisión, especialmente en la pantalla de Televisa, la de mayor audiencia e impacto político.
No fueron simples errores o excesos telegénicos para promover los logros y la figura de García Luna. Constituyen un modus operando que ha dependido del contexto y de las necesidades políticas tanto de los gobiernos federales como de la SSP. A pesar de los montajes, la incidencia delictiva y la percepción de inseguridad no han disminuido.
Así lo anota la Auditoría Superior de la Federación, en su análisis de la cuenta pública del 2010 a la SSP: “el incremento de la incidencia delictiva que se registró en el periodo 2001-2010, del orden del 20.7 por ciento en promedio anual…derivó en el aumento de la percepción de inseguridad de la ciudadanía, que para el mismo periodo registró un crecimiento sostenido a una tasa media anual de 4.5 por ciento, toda vez que la población mayor de 18 años se sintió insegura en la entidad donde vive pasó de 47 por ciento a 70 por ciento”.
Peor aún, la Auditoría Superior advierte que el incremento de la inseguridad y sus efectos “no se reflejó en un aumento proporcional de las denuncias ante las autoridades ministeriales”. Lo que sí incrementó fue el gasto ejercido por la SSP. En términos reales se incremento a un ritmo de 37.8 por ciento anual, al pasar de 1 mil 147 millones de pesos en 2006 a 4 mil 131 millones de pesos en 2010.
La Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la SSP sólo aumento 0.1 por ciento, siendo el área de menor crecimiento en este sexenio. La Auditoría advirtió que “la cobertura de acciones desplegadas por la SSP en materia de prevención social del delito es poco significativa, ya que de los 466 mil personas consideradas beneficiarias de la implementación de programas de prevención con la ciudadanía y fomento a la cultura de la legalidad representaron sólo 0.4 por ciento de la población”.
En contraste, el gasto en comunicación social de la SSP se incrementó sustancialmente. Tan sólo entre 2008 y 2009 pasó de 59 millones 237 mil pesos a 79 millones 800 mil pesos, según el análisis de Fundar. Sin incluir la producción de la teleserie El Equipo, en 2011, que fue de 118 millones de pesos oficialmente.