Archivo de la etiqueta: Eduardo Pérez Motta

Calderón y las telecomunicaciones, ni cobertura, ni convergencia ni competencia (Segunda Parte)

Segunda parte del texto Calderón y las telecomunicaciones, ni cobertura, ni convergencia ni competencia. Consulta la Primera Parte.

La Tercera Cadena Fallida

“Nuestra responsabilidad como comisionados de una y otra institución debe ser de cara al interés público, como lo entienda cada uno de nosotros. Para eso nos nombraron, nos dieron periodos transexenales y nos hicieron inamovibles salvo por causa grave. No hay pretexto para ceder a presiones, para mediar entre posiciones particulares a costa del interés público o para tratar de quedar bien con quien sea. Más vale que lo entendamos todos”, dijo Eduardo Perez Motta.

El caso de la tercera cadena es ilustrativo de un sexenio perdido en materia de cobertura, convergencia y competencia. Una de las 6 condiciones que interpuso la Comisión Federal de Competencia para autorizar en junio de este año la polémica fusión entre Televisa y Iusacell (propiedad de Ricardo Salinas Pliego, accionista de TV Azteca) fue establecer que el 30 de noviembre, a más tardar, deberían estar las bases de la licitación y en junio de 2014, dos años después, ya operarían uno o dos jugadores más en esta tecnología.

A una semana de que termine el sexenio, las bases de licitación para una cadena de televisión digital terrestre (TDT) no estarán listas. Funcionó la presión, el chantaje y la “captura” de Televisa sobre los organismos reguladores, especialmente de la Cofetel, que acabó en una franca división entre su presidente Mony de Swaan, promotor del proyecto de licitación, y los 4 comisionados restantes.

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Iusacell-Televisa, la fusión desde Los Pinos (Segunda Parte)

Jenaro Villamil

Segunda parte del reportaje Iusacell-Televisa, la fusión desde Los Pinos (Segunda Parte), consulta la primera parte aquí.

La Concentración Televisiva

Jorge Fernando Negrete, director de Mediatelecom, escribió un detallado análisis sobre la fusión señalando que “usuarios ganan en telefonía y pierden en televisión”.

Las reacciones más negativas en contra de la decisión de la CFC argumentan que, a pesar de las condiciones y de la promesa de licitar una tercera cadena de televisión, la alianza entre Grupo Iusacell y Grupo Televisa refuerza la concentración que el duopolio televisivo mantiene en la pantalla televisiva.

Jorge Fernando Negrete, director de Mediatelecom, escribió un detallado análisis sobre la fusión señalando que “usuarios ganan en telefonía y pierden en televisión”.

Negrete afirma que “si bien la licitación de una nueva cadena de televisión nacional es un paso importante para favorecer la competencia en el sector, que además podría aportar las condiciones necesarias para una mayor diversidad e inclusión en televisión, la entrada de un nuevo competidor no garantiza necesariamente y de manera automática la generación de mejores condiciones”.

Para el especialista en telecomunicaciones, además del compromiso de licitar una tercera cadena se requiere “fortalecer los medios públicos y comunitarios, así como la producción nacional independiente, al tiempo que se permita que otros operadores de telecomunicaciones puedan proveer televisión y producir contenidos audiovisuales”.

Negrete considera que la clave está en garantizar “un pleno crecimiento de las compañías proveedoras de contenidos” tanto en televisión abierta, como en televisión restringida. En ambos casos, Televisa domina ampliamente en contenidos y, junto con TV Azteca, acapara el 95 por ciento de inversión publicitaria del país dirigida a televisión abierta, valuada en 33 mil millones de pesos anuales o el 58 por ciento de toda la inversión publicitaria del país (radio, prensa, revistas, cine, internet y otros medios digitales).

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Aprueba CFC Alianza Televisa-Iusacell con Algunas Condiciones

Jenaro Villamil

Con cuatro votos a favor y uno en contra los integrantes del pleno de la Comisión Federal de Competencia aprobaron la alianza entre Grupo Televisa y Grupo Iusacell, condicionada a una serie de medidas como la aceptación de la licitación de una tercera cadena de televisión en un plazo límite de 24 meses, la no discriminación de la venta de publicidad de otras empresas de telecomunicaciones en los canales que detentan Televisa y TV Azteca, así como la prohibición de venta de contenidos de manera “empaquetada” en televisión restringida.

Considerada la decisión más importante en el área de telecomunicaciones y de medios electrónicos del sexenio, la aprobación de la CFC confirma la participación de Grupo Televisa en el 50 por ciento de la empresa de telefonía móvil Iusacell, en una operación por cerca de 1,600 millones de dólares. Un día antes de esta aprobación, Grupo Iusacell, que detenta el 6 por ciento del mercado, anunció una alianza con Telefónica-Movistar que tiene el 25 por ciento de los suscriptores de telefonía móvil para enfrentar al gigante Telcel-América Móvil que tienen más del 70 por ciento de los suscriptores.

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La CFC cede ante presiones de Televisa, advierten analistas frente a la fusión con Iusacell

Jenaro Villamil

Miguel Flores Bernés, el comisionado que el 24 de enero hizo mayoría con Eduardo Pérez Motta y Rodrigo Morales Elcoro. Fuente: http://www.competenciaeconomica.com.mx

La decisión más importante del sexenio para el futuro de la televisión abierta y las telecomunicaciones en México –la autorización de la fusión entre Grupo Televisa y Grupo Iusacell- fue decidida esta 6 de junio por los cinco integrantes de la Comisión Federal de Competencia, en medio de un total hermetismo y de las presiones de la televisora  presidida por Emilio Azcárraga Jean, que se negó hasta el último minuto a  ceder la propiedad de uno de sus cuatro canales –en este caso se le pedía el canal 9- para autorizarle la adquisición del 50 por ciento de la empresa  de telefonía móvil.

Informes del organismo indican que el vicepresidente de Finanzas de Grupo Televisa, Alfonso de Angoitia, presionó hasta el último minuto a los integrantes de la Comisión Federal de  Competencia, en especial a los 3 que se opusieron a autorizar a fusión entre la empresa televisiva y Grupo Iusacell, el pasado 24 de enero, cuando se adoptó la primera decisión.

En esta sesión los cinco comisionados resolvieron sobre el recurso de reconsideración presentado por Televisa y Grupo Iusacell para que se autorice la operación por 1,600 millones de dólares que le permitirá a la empresa de Azcárraga Jean tener la propiedad del 50 por ciento de la empresa que tiene el 5 por ciento del mercado de telefonía móvil.

Por ley, la Comisión Federal de Competencia no puede dar a conocer el resultado final de la  votación, hasta que los agentes interesados sean notificados, tal como informó el organismo regulador en un escueto comunicado. Ni Grupo Televisa ni Grupo Iusacell habían reaccionado a la decisión que tomaron los integrantes de la comisión.

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Televisa, “Problema de Estado” (Segunda Parte)

Segunda parte del reportaje original publicado en Proceso No. 1857. Consulta la primera parte aquí.

La CFC y el “Problema de Estado”

“Televisa se ha convertido en un problema de Estado. Su poder ha vuelto a ser tan incómodo para los distintos niveles de gobierno como ocurrió durante la época de Emilio Azcárraga Milmo”, reflexionó Jorge Alvarez Hoth, ex subsecretario de Comunicaciones durante el sexenio pasado. Foto: ITU / Jean-Marc Ferré

Por lo pronto, el balón está en la cancha de la Comisión Federal de Competencia, el organismo que el 24 de enero pasado resolvió en una sesión privada rechazar por 3 votos contra 2 la fusión de Grupo Televisa y Grupo Iusacell, por considerar que se creaban incentivos para acrecentar las prácticas monopólicas de las dos grandes compañías televisivas.

Al día siguiente que se diera a conocer oficialmente la resolución de la CFC (1 de febrero), las acciones de Grupo Televisa disminuyeron en 3.25 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores y 2.30 en Estados Unidos, para acumular una pérdida de 12 por ciento hasta esa fecha del 2012.

Grupo Televisa y Iusacell interpusieron un recurso de reconsideración para que la CFC modifique su decisión. El organismo tiene como fecha límite, a más tardar el 15 de junio para dar a conocer su decisión final. Todo parece indicar que será entre el 4 y el 11 de junio la discusión en el pleno.

Hasta ahora, informes internos de la CFC indican que los tres comisionados que votaron en contra de la fusión se mantienen en su voto: Eduardo Pérez Motta, presidente, Rodrigo Morales Elcoro y Miguel Flores Bernés.

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Grupo Salinas-Televisa, el Espíritu del Chiquihuite

Jenaro Villamil

Cuando el gobierno federal decidió licitar la banda 1.7Ghz, en 2010, Grupo Iusacell emprendió una batería de demandas contra la sociedad formada por Nextel-Televisa para anular la concesión de 30 Mhz. Más de 60 demandas interpuestas en varios tribunales marcaron la animosidad de la empresa telefónica de Ricardo Salinas Pliego.

Para sorpresa de muchos, pero no de aquellos que conocen los métodos de extorsión y presión del segundo consorcio mediático más poderoso del país, desde diciembre de 2010 comenzó una negociación con Grupo Televisa para venderle la totalidad o el 50 por ciento de la deuda de Iusacell, convertible en acciones.

La alianza se selló, en secreto y por encima de los accionistas bursátiles, el 21 de diciembre, el mismo día que Telmex y Telefónica, los enemigos en apariencia irreconciliables firmaron un convenio de interconexión.

En enero de 2011 el columnista Miguel Angel Granados Chapa hizo una revelación que mereció la airada reacción de rechazo de Televisa y de TV Azteca. Publicó que Televisa emprendía una operación para comprar la “totalidad” de Grupo Iusacell, la cuarta empresa de telefonía móvil en el país.

La operación se confirmó en abril del mismo año. Ni siquiera le pidieron una disculpa al periodista y, mucho menos, se molestaron en explicar por qué una decisión de este tipo se hacía de espaldas a los inversionistas bursátiles. Era el espíritu del Chiquihuitazo que se apropió de ambas televisoras. No tenían nada qué explicar. Simplemente anunciaron que la empresa de Emilio Azcárraga Jean había comprado títulos de deuda que Iusacell tenía con el financiero David Martínez, a cambio de convertirlos en acciones. La operación equivalía a 1,600 millones de dólares. Televisa se convertía en propietario del 50 por ciento de la empresa telefónica de Grupo Salinas.

El anuncio se dio a conocer en medio de la guerra más dura desatada desde febrero de ese mismo año entre las televisoras y la dupla Telmex-Telcel, de Carlos Slim. Grupo Carso suspendió su publicidad en ambas televisoras. TV Azteca argumentó que no le aceptaría anuncios a ambas empresas hasta que bajaran las tarifas de interconexión.

No se trataba de un pleito arreglado. Era la disputa corporativa más dura protagonizada por los titanes de la radiodifusión y de las telecomunicaciones, sin que el gobierno de Felipe Calderón intentara regular mínimamente esta disputa. Incluso, parecía que desde la SCT se alentó este pleito para avalar la futura sociedad en Iusacell que convertía a Televisa en la única empresa con posibilidades de dar servicios de total play.

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Colusión en Televisión Abierta, Principal Obstáculo para la Fusión Iusacell-Televisa

Jenaro Villamil

Por considerar que la adquisición de Grupo Televisa del 50 por ciento de las acciones de la telefónica Iusacell “induce casi forzosamente” a la colusión y coordinación entre las dos televisoras que dominan el mercado de publicidad en este medio y de contenidos, la Comisión Federal de Competencia decidió rechazar por 3 votos contra 2 la solicitud de concentración.

Al dar a conocer el resultado de la resolución adoptada el 24 de enero pasado, la CFC indicó que “una asociación de esta magnitud, con poder de veto de cualquiera de las partes sobre las decisiones corporativas de la empresa conjunta y con mecanismos formales para la comunicación entre Grupo Salinas y Grupo Televisa, crea nuevos y poderosos incentivos económicos para que las partes no sólo cooperen en la empresa conjunta, sino también se coludan en otros mercados. Así lo indica contundentemente tanto la teoría económica como la práctica internacional en materia de análisis de concentraciones”.

El comunicado emitido por la CFC desglosa los posibles “impactos” que tendría la fusión de ambas compañías. En el mercado de la telefonía móvil “no origina riesgos para la competencia”, pero aclara que la transacción planteada (1,600 millones de dólares para adquirir deuda convertible en 50 por ciento de las acciones de Grupo Iusacell) “no es la única manera de lograr estos beneficios”.

Recomiendan que puede materializarse “con la inyección de recursos a Iusacell de cualquiera de otra fuente distinta a su principal competidor en otros mercados”, en clara alusión a Grupo Televisa, “o a través de una estructura accionaria que no indujera a la cooperación entre competidores”. Proceso reveló que si Grupo Televisa adquiriera el 100 por ciento de Iusacell no tendría ningún problema para la competencia.

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La Megafusión Televisa-Iusacell, Ganar Tiempo (Segunda Parte)

Segunda parte del reportaje publicado en la edición no. 1840 del semanario Proceso. Consulta la primera parte aquí.

Jenaro Villamil

Las Maniobras de Salinas Pliego

Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, presidentes de Grupo Televisa y Grupo Salinas, respectivamente. Fuente: http://rj45.mx

Precisamente, una de las maniobras para ganar tiempo fue obstaculizar proceso de notificación de la CFC y presentar a Grupo Iusacell como una “víctima de la arbitrariedad” de elementos de la Policía Federal que acompañaron al personal del organismo regulador.

El martes 31 de enero, el abogado Fidel Sierra, notificador de la CFC, acudió por primera vez al domicilio de Iusacell, en Montes Urales 460, para enviarles un primer citatorio. Los abogados de la empresa de Salinas Pliego, en una triquiñuela jurídica, ya habían cambiado el número exterior del edificio, ahora 409, para negar que ese fuera el domicilio legal.

En paralelo, el director de Cumplimiento Regulatorio de Iusacell, Eduardo Ruiz Vega, comentó en distintas entrevistas con medios que la CFC no había hecho oficial la notificación y que el plazo perentorio seguiría siendo el 7 de febrero. Ruiz Vega advirtió que acudirán a instancias judiciales si se rechaza la alianza.

Ruiz Vega fue integrante de la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Después de un largo litigio interno, abandonó Cofetel para brindar sus servicios a las empresas de Ricardo Salinas Pliego. La estrategia de judicializar las resoluciones que son desfavorables es común en el sector de telecomunicaciones, pero, en especial, Grupo Salinas demanda y litiga prácticamente todo, como sucedió con más de 60 juicios interpuestos en contra de la Licitación 21.

Previendo un conflicto en las instalaciones de Iusacell, el miércoles 1 de febrero, el notificador Fidel Sierra y la Dirección General de Asuntos Jurídicos de CFC pidieron a la Policía Federal el auxilio para el proceso de notificación. Se registró un zafarrancho de jaloneos en la el vestíbulo de las oficinas de Iusacell, pero el proceso de notificación se completó.

En su noticiario Hechos, de Canal 13, el reportero Marcos Morales, de Azteca Noticias, hizo una crónica pormenorizada de la llegada de los notificadores, acompañados por fotógrafos que “parecen que los invitaron ex profeso para que tomaran fotos”.

La crónica de 7 minutos, al estilo de los programas de nota roja de la televisora del Ajusco,  relata el episodio cómo si fuera un acto de agravio de las autoridades a Grupo Iusacell para simular una “trifulca”:

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La Megafusión Televisa-Iusacell, Ganar Tiempo (Primera Parte)

Jenaro Villamil

La noche del martes 24 de enero, durante la reunión de los cinco integrantes del pleno de la Comisión Federal de Competencia, sólo se tenía claro que dos comisionados iban a votar en contra de la solicitud de concentración de Televisa en Grupo Iusacell, y otros dos estaban a favor.

Eduardo Pérez Motta, presidente de la CFC y Rodrigo Morales Elcoro, ambos integrantes de la comisión desde el sexenio de Vicente Fox y que han votado coincidentemente en otros asuntos polémicos como la megamulta contra Telcel por 1 mil millones de dólares, estaban en contra de apoyar la solicitud de conversión de deuda por 50 por ciento de las acciones de Televisa en Grupo Iusacell, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, accionista de TV Azteca.

Pérez Motta había sido el centro de las presiones ejercidas en las pantallas de Televisa y de TV Azteca y, en especial, de los dos principales operadores de la “megafusión”: Alfonso de Angoitia, vicepresidente de Televisa y estratega de la ampliación del consorcio de Emilio Azcárraga Jean en el área de telecomunicaciones, y Pedro Padilla Longoria, director general de Grupo Salinas (ver Proceso, No. 1838).

Luis Alberto Ibarra Pardo y Cristina Massa Sánchez, los dos comisionados que se integraron en el sexenio de Felipe Calderón, ambos con vínculos estrechos con Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, argumentaron a favor de la concentración, señalando que se necesita un competidor fuerte en telefonía móvil para enfrentar al gigante formado por Telmex-Telcel, del magnate Carlos Slim.

Curiosamente, ambos comisionados también habían votado en contra de la declaración de dominancia contra Telcel, Telefónica y Grupo Iusacell en la terminación de llamadas en su propia red de telefonía móvil, el 7 de noviembre de 2011. Ibarra Pardo, junto con Miguel Flores Bernés votaron en junio del año pasado a favor de que Pérez Motta se recusara en el caso de la megamulta a Telcel porque declaraciones suyas en medios electrónicas ponían en duda su imparcialidad.

El voto del quinto comisionado, Miguel Flores Bernés, estaba en duda. Hasta esa sesión argumentó que estaba en contra de la concentración Televisa-Grupo Iusacell porque no iba a combatir a un gigante como Telmex-Telcel, con la creación de otro formado por las dos televisoras dominantes.

Flores Bernés, como los otros cuatro comisionados, fue objeto de intensas presiones tanto de los dos consorcios televisivos involucrados en la fusión, como de autoridades del gobierno federal que argumentaban a favor de esta operación para “combatir al monstruo” de Telcel-Telmex.

El punto medular de la deliberación interna del organismo, según los testimonios recabados por Proceso, se orientó más hacia el otro escenario: la fusión no tendría problemas si Televisa comprara el 100 por ciento de Grupo Iusacell y se eliminara el “incentivo para prácticas monopólicas” en materia de televisión abierta, donde ambos grupos controlan el 95 por ciento de las frecuencias concesionadas, más del 65 por ciento de la publicidad de las otras compañías de telefonía móvil, así como el mercado de contenidos en televisión abierta y restringida.

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El México del limbo: de la Cofeco a la Cofetel

Javier Corral

Dos decisiones de gran relevancia vinculadas a la radiodifusión y las telecomunicaciones, que centralmente atraviesan el futuro de la competencia económica en ambos sectores y que según el sentido de su resolución comprometerían gravemente las libertades de expresión e información, se procesaron a puerta cerrada en los órganos de autoridad que tienen a su cargo la decisión. Tanto la Comisión Federal de Competencia, como la Comisión Federal de Telecomunicaciones, integradas ambas por cinco comisionados cada una, deliberaron, si es que lo hicieron, en total privacidad; como si los asuntos a su consideración fueran privados y no públicos. Es increíble, pero el país no sabe todavía exactamente lo que pasó en esas sesiones. 

En el primer caso la Cofeco se reunió en privado para resolver si autorizaba o no la fusión de la empresa Televisa, propiedad de Emilio Azcárraga, con la empresa Iusacell, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, concesionario a la vez de Tv Azteca. Se sabe que se llevó la sesión y que el asunto fue resuelto, no se sabe en qué sentido y con qué votación, aunque el periódico El Universal ha especulado con la versión de que fue rechazada.

Como decía mi abuelita Elisa, “Dios lo quiera”.

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