-Acaban de detener a Paula Cussi –me dijo vía telefónica el abogado Ernesto Canales.
Desde el vestíbulo de la oficina de Edgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, yo esperaba la llegada de la viuda de Emilio Azcárraga Milmo y de su equipo de abogados. Era el único reportero. Me habían avisado que Cussi estaba citada a las 9:30 de la mañana para continuar con el desahogo de su testimonio, sesión que se había interrumpido desde el lunes 21 de febrero.
El juicio civil interpuesto desde enero de 2007 por Cussi se había vuelto tortuoso. Aquel 21 de febrero la sesión en la sede de la presidencia del tribunal se suspendió porque habían notificado “una amenaza de bomba”. Dos semanas después, el jueves 3 de marzo, la jueza sexagésimo segundo de lo Civil, Yolanda Morales Romero, fue cambiada de adscripción. Ella conocía los detalles del juicio que llevaba cuatro años.
Y ahora, la viuda de Emilio Azcárraga Milmo, quien reclama el pago del 4 por ciento del valor de Televisa en cumplimiento con la sexta parte del legado que El Tigre estipuló en su testamento, había sido detenida, a las puertas de la máxima sede del Poder Judicial capitalino.