Reportaje original publicado en el especial de Proceso sobre la Infancia, 2009.
Jenaro Villamil

Inauguración del CRIT Quintana Roo. Fuente: http://www.noticaribe.com.mx/
En el municipio maya de Felipe Carrillo Puerto, lugar histórico del bastión rebelde conocido como Chan Santa Cruz, no sólo la hora de verano es rechazada por sus habitantes sino también la filantropía al estilo Televisa. Sobre la carretera que conduce a Tulum, se encuentra el Centro de Rehabilitación Integral Municipial (CRIM), similar al modelo de los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), pero mucho más barato, administrado con fondos públicos y eficientes.
-Aquí llega cualquiera y le hacemos una preevaluación socioeconómica. Este es un centro laico –advierte la directora Alejandra Priego.
-¿Por qué dice que es un centro laico?
-Porque en el CRIT del Teletón les exigen que sean católicos y que recen –abunda.
Orgullosa de este pequeño centro, inaugurado en febrero de 2008 con una inversión pública de apenas 4 millones y medio de pesos –muy inferior a los 170 millones que costó el CRIT de Cancún-, la doctora Priego aclara que en el CRIM se atiende, sobre todo, a niños y ancianos con discapacidades. La mayoría de los 25 pacientes que se atienden al día son de origen maya. No hay payasos ni disfraces. Sí en cambio, una sala de mecanoterapia, tinas para hidroterapia, salones sensoriales para niños con autismo y terapias psicológicas, de lenguaje y ocupacional.
Priego aclara que la cuota de recuperación es de 32 pesos, pero a la mayoría de los pacientes, de las zonas más pobres de Quintana Roo, se les atiende gratuitamente.
A 170 kilómetros del CRIM de Carrillo Puerto, sobre el boulevard Luis Donaldo Colosio se erige un complejo de cinco edificios, con una arquitectura y colores similares a la cadena de hoteles Camino Real. Es el CRIT de Cancún, construido con fondos del Teletón y aportaciones del gobierno del estado.
La inversión total en ese centro fue de 170 millones de pesos, de los cuales Fundación Teletón aportó 150 millones y el gobierno de la entidad aportó lo restante, además de los extensos terrenos que abarcan casi dos hectáreas.