Archivo de la etiqueta: Carlos Pascual

EU sospechó que Chávez Chávez ayudó a narcos en Chihuahua: Wikileaks

Arturo Cano Publicado: 21/06/2011 09:47

La Jornada

Imagen: vivirmexico.com

México, DF. Estados Unidos sospechaba que durante su desempeño como procurador de Chihuahua, Arturo Chávez Chávez ofreció una “‘mano de ayuda’ a ciertas figuras de un cártel”.

En un cable enviado el 21 de septiembre de 2009, cuatro días antes de la ratificación de Chávez Chávez como procurador general de la República, el embajador Carlos Pascual firmó el despacho que se refiere a la cuestionada actuación del funcionario frente a los asesinatos de jóvenes mujeres en Ciudad Juárez:

“El difícil entorno local que enfrentó en los años noventa (en Chihuahua) pone los cargos en contexto –algunos de nuestros informes de ‘fuentes no públicas’ en ese momento también relatan un episodio en el que Chávez ofrece una ‘mano de ayuda’ a ciertas figuras de un cártel–, pero nada de eso refuta las acusaciones de errores graves” (cable 09MEXICO2759).

Una semana antes, en el despacho 09MEXICO2701, el mismo Pascual había calificado a Chávez de “soldado de a pie”, y en la nueva entrega insistía en que, aun con los votos suficientes en el Senado mexicano, “la reacción (a su nombramiento) de las comunidades de derechos humanos de Estados Unidos y México será negativa”.

Cualquiera fuese el resultado, Pascual estaba seguro de que el nuevo abogado de la nación tendría un margen de acción estrecho: “No hay manera de que Calderón permita a cualquier procurador general retroceder en la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, especialmente cuando necesita nuestra ayuda para obtener resultados”.

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El pacto AN-PRI se anunció antes a Washington

Blanche Petrich

Periódico La Jornada

Lunes 23 de mayo de 2011, p. 5

Fernando Gómez Mont, uno de los artífices del fallido pacto entre PAN y PRI en 2009. Foto: Guillermo Sologuren. Imagen: jornada.unam.mx

El gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, comentó en agosto de 2009 con el entonces encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, John Feeley, la posibilidad de que el PRI y el PAN firmaran un pacto que permitiría al partido oficial obtener los votos necesarios en la Cámara de Diputados para aprobar la iniciativa presidencial para el presupuesto de ingresos 2010, que incluía un aumento de 2 por ciento al llamado “impuesto antipobreza”. A cambio, el blanquiazul prometía no aliarse con el PRD para la contienda electoral mexiquense en julio de 2011.

Tres meses después, efectivamente ese pacto se firmó en secreto con tres firmas al calce: las de los entonces presidentes del PAN, César Nava, y del PRI, Beatriz Paredes, y del en ese tiempo secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. El documento –primero negado y después ventilado en medio de un fuerte choque entre los dos partidos– tuvo un curso desafortunado para el blanquiazul y a la postre se cobró los puestos del propio Gómez Mont y de Nava.

Textualmente, Feeley –quien ahora vuelve a fungir como encargado de negocios, ante la renuncia formal del embajador Carlos Pascual– relató así lo que el gobernador le comentó en esa reunión en Reforma 305, en el cable diplomático 09MEXICO2579, filtrado por Wikileaks a La Jornada:

“Peña Nieto habló sobre las perspectivas de la próxima sesión legislativa (que tenía que aprobar la ley de ingresos a más tardar el 20 de octubre), haciendo notar que su partido, el PRI, estaba considerando cuidadosamente colaborar con el gobierno de Calderón para abordar los problemas económicos del país, sin dejar de evaluar el costo político que pagaría por esta colaboración, sobre todo si se trataba de aumentar impuestos.”

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Casi 3 mil cables desnudaron el intervencionismo de EU

Pedro Miguel

Periódico La Jornada

Martes 22 de marzo de 2011, p. 7

El pasado 10 de febrero, cuando en el país era ya inocultable la degradación de las relaciones entre Los Pinos y la embajada de Estados Unidos, La Jornada anunció queWikileaks le había entregado el “paquete México” del Departamento de Estado, consistente en casi 3 mil cables, y ese mismo día empezó a difundir aspectos relevantes de la información contenida en ellos.

Dos semanas antes había llegado a la redacción del diario un archivo de poco más de 10 millones de caracteres, unas 8 mil páginas de texto corrido. La mera exploración de ese material requirió de una labor específica de programación y al equipo de reporteros designado para procesarlo le tomó un tiempo familiarizarse con el laberíntico sistema de clasificación y con los miles de abreviaturas y acrónimos empleados por el Departamento de Estado en sus comunicaciones internas. En los poco más de 40 días transcurridos desde entonces, La Jornada ha publicado lo siguiente:

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El Adiós al Embajador Fallido y el Escándalo Wikileaks

Jenaro Villamil

 

Carlos Pascual. Imagen: Telegraph.co.uk

“¿Qué injerencia tiene el embajador de Estados Unidos en la política de combate al crimen organizado? ¿Es cierto que el presidente Felipe Calderón no lo recibe? ¿Quién le proporciona la información?”, le cuestionó la ex embajadora y actual senadora priista Rosario Green a la canciller Patricia Espinosa durante su tortuosa comparecencia del jueves 17 de marzo en Xicoténcatl.

Espinosa no respondió a estas preguntas. Se defendió frente a las constantes críticas por la violación a la soberanía que representan los sobrevuelos de aeronaves espías de Estados Unidos en territorio mexicano y se enredó en los detalles de ese operativo Rápido y Furioso, pero mantuvo hermetismo total sobre el futuro del embajador norteamericano Carlos Pascual.

Dos días después, el diplomático de origen cubano-americano, experto en “Estados fallidos” confirmó lo que era un rumor generalizado en todo el gobierno de Felipe Calderón: a raíz de la divulgación de los cables diplomáticos que la embajada estadounidense envió al Departamento de Estado, Pascual tenía sus días contados en México.

Pascual documentó en  sus cables “confidenciales” y “secretos” lo que revistas como Proceso o periódicos como La Jornada habían documentado: que la misión diplomática de Estados Unidos y agencias de inteligencia de este país fueron los artífices de detenciones y operativos espectaculares como el que llevó a la muerte de Arturo Beltrán Leyva; que Washington ya no confiaba en oficiales del ejército ni en Genaro García Luna y estaban preparando a “sus” marines mexicanos a través de un cuerpo de élite de la Armada; y, sobre todo, que las perspectivas políticas para el 2012 eran muy negras para el gobierno de Felipe Calderón.

Lo grave, para Calderón, no fue lo que dijera sino que lo plasmara en cables diplomáticos que fueron filtrados por Wikileaks. Dejó de ser un secreto, entonces, que Washington tenía perfectamente monitoreadas la debilidad, las incongruencias y la falta de estrategia de la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno calderonista. Lo peor es que dejó testimonio por escrito y Calderón, tan reactivo a los golpes informativos, decidió presionar al gobierno de Obama para que cambiara al embajador indiscreto por uno más discreto.

¿A cambio de qué? ¿Cuáles fueron las negociaciones secretas? Eso aún está por verse.

Lo cierto es que Pascual no era bien visto por Calderón no sólo desde que se filtraron los cables de Wikileaks sino desde que el diplomático mantuvo una relación sentimental con la hija de Francisco Rojas, coordinador de los diputados del PRI, ex director general de Pemex durante muchos años y, sin duda, pieza clave en la trama de relaciones y alianzas del priista Enrique Peña Nieto para el 2012.

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El terremoto mediático Wikileaks dinamitó la estrategia de seguridad: especialistas

Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2011, p. 9

Especialistas en seguridad nacional y en medios de comunicación afirmaron que la divulgación de los cables deWikileaks ha dinamitado la estrategia de seguridad e inteligencia en muchos países, pero en el caso de México representan un duro golpe a la administración del presidente Felipe Calderón.

Agregaron que los medios de comunicación y las redes sociales han tenido un papel vital para difundir a la sociedad el contenido deinformación incómoda para los gobiernos, y que en nuestro país han tocado con especial interés a los más altos funcionarios del gabinete de seguridad nacional.

José Luis Piñeyro, experto en seguridad nacional e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destacó que tras darse a conocer las opiniones del embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, sobre los responsables de la seguridad en México, se hace evidente que no ha funcionado la estrategia del calderonismo contra el narcotráfico.

Agregó que, en materia de seguridad nacional, México enfrenta problemas serios, por un lado, ante latibia respuesta del gobierno del presidente Felipe Calderón ante eloperativo Rápido y furioso, mediante el cual ingresaron miles de armas a México desde Estados Unidos,cuando lo que denota esta acción es la desconfianza del gobierno de Barack Obama con respecto al nuestro en terminos de estrategia e información.

Es evidente que hay molestia de Calderón por las opiniones que critican a las fuerzas armadas y a su gabinete de seguridad, que es el sector que controla el combate al crimen organizado, pero advirtió que antes de cambiar su estrategia de seguridad nacional el Ejecutivo federal debe valorar qué tanta credibilidad le da a las opiniones del embajador Pascual, y si tiene a los hombres o mujeres de alto nivel para hacer un cambio, pues sin duda no es lo mejor que se critique a los más altos funcionarios de ese sector, señaló el investigador universitario.

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WikiCalderón, el Presidente Ofuscado

Jenaro Villamil

El Presidente Felipe Calderón en su reciente encuentro con el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Al primer mandatario mexicano le molestan las mantas que despliegan opositores en la Cámara de Diputados acusándolo de tener problemas con la bebida; le molesta que su homólogo Nicolás Sarkozy haga del caso de una ciudadana francesa un asunto de Estado;  y le molesta que un cable diplomático filtrado por Wikileaks reproduzca las opiniones del embajador norteamericano Carlos Pascual sobre la falta de coordinación en la lucha contra el crimen organizado.

Lo que más le molesta, en los tres casos, es que los medios ventilen y documenten esas mismas expresiones, como si la información se redujera a mera propaganda y los periodistas y los periódicos debieran callarse para no alterar el estado de ánimo oficial.

La molestia se ha trasladado a una respuesta desmedida, tanto a nivel de medios como diplomáticos, al grado que un mensaje incómodo se transforma en un pretexto para escalar los conflictos y, en lugar de resolver el fondo de lo expresado se pelea contra la percepción que se genera en ellos.

En otras palabras, se cree que con eliminar al mensajero se modifica el mensaje y, peor aún, se transforma la realidad.  Es un problema de estrategia de comunicación política que vuelve a aparecer con toda su crudeza en la reciente visita de Calderón a Estados Unidos.

Calderón se ha convertido en el único mandatario del mundo que hace de un cable de Wikileaks un asunto de Estado, al grado de ventilar públicamente en su entrevista conThe Washington Post el “daño severo que causó en la relación con Estados Unidos” la divulgación de un comunicado que envió el embajador Carlos Pascual.

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