Jenaro Villamil
La auténtica “boda política” entre Grupo Televisa y la coalición del PVEM-PRI se concretó desde 2009, cuando el consorcio dirigido por Emilio Azcárraga Jean decidió utilizar a sus actores en una “campaña de personalidades” que promovieran las causas del Partido Verde, a cambio de cobrar más de 10 millones de pesos por cada artista y utilizar la franquicia de este organismo para llevar al Congreso a los integrantes de la llamada “telebancada”.
El proyecto impulsado por Televisa y el PVEM no se limitó sólo a la contratación de actores como Raúl Araiza y Maite Perroni, quienes participaron en 2009 en spots y en telenovelas como Gancho al Corazón para promover al partido.
La unión fue más ambiciosa: promover relaciones sentimentales entre los actores del grupo y futuros candidatos a gobernador, como ocurrió entre Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, La Gaviota, y ahora entre Manuel Velasco, candidato ganador a gobernador en Chiapas por el PVEM-PRI, y la cantante y actriz Anahí.
Una serie de documentos, cuya copia obtuvo Proceso, revelan que desde 2009, Grupo Televisa dejó al margen a la compañía Imagen y Talento, de su entonces socio Simón Charaf, propietario del Bar-Bar, para que la compañía de Azcárraga Jean la concretara a un mayor costo y privilegiando sólo al Partido Verde y al PRI.