
Imagen: Imagen: http://sdpnoticias.com/
A las 22 horas del 1 de mayo comenzaron a circular las versiones en agencias informativas y redes sociales sobre el asesinato de Osama Bin Laden, quien habría sido liquidado en su refugio de Pakistán por elementos del ejército norteamericano y tras una labor de seguimiento de la CIA. Hoy sabemos que hubo un delator de su círculo cercano.
Desde ese momento, no hubo otra noticia en los principales canales occidentales y árabes (Al Jazeera ganó en varios enfoques a CNN y a BBC), salvo en el caso de los canales de mayor audiencia mexicanos que, impasibles, no cambiaron su agenda de infoentretenimiento y deportes.
El anuncio de la eliminación de Bin Laden sepultó de golpe las horas de transmisión desde El Vaticano sobre la beatificación de Juan Pablo II. La pomposa ceremonia desde la plaza de San Pedro, con más de 1 millón de asistentes, según las fuentes de los medios europeos, quedaron como si fuera una misa de la mañana frente a la trama geopolítica de la noche.