Jenaro Villamil
En vísperas de la visita de Benedicto XVI a México, una decena de documentos que acreditan cómo El Vaticano conoció desde finales de la década de los años cuarenta hasta el 2002 los excesos, abusos y corruptelas de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, serán divulgados en el libro La Voluntad de no Saber, editado por Random House.
Los archivos revividos constituyen el expediente más claro de que la ropa sucia nunca se lavó en la casa de los sucesores de San Pedro. La impunidad con la que actuó Marcial Maciel fue consistente, consentida y permanente, incluyendo al actual papa que conoció de estos expedientes como responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el sucedáneo histórico de la Santa Inquisición.
En su reciente edición, la revista Proceso divulga algunos fragmentos de esta serie de 212 legales que “hasta hace poco estaban resguardados en las entrañas del Vaticano y cuyo contenido pone de manifiesto la complicidad y simulación de las autoridades de la curia romana que protegieron a Maciel y encubrieron sus patologías”, advierte Bernardo Barranco, autor del prólogo del libro La Voluntad de Saber.
Sólo para tener alguna idea del Macieleaks que detonará esta semana, en el marco de la visita de Benedicto XVI, se reproducen aquí algunos fragmentos:
A una cena a beneficio del UNICEF asistieron Jean Succar Kuri, el Gober Precioso, Kamel Nacif Borge, el Arzobispo Ortodoxo Antonio Chedraui, Marcos y Sharon Fastlicht, Emilio Azcarraga Jean y Nadine Jean, Gloria Trevi, Sergio Andrade, Aline Hernandez, Luis de Llano Macedo y Marcial Maciel, entre otras tantas personalidades.
Ante tan honorable concurrencia, Lydia Cacho comienza con su discurso:
– Estamos todos reunidos aqui para apoyar al UNICEF que es la institucion internacional que vela por los niños del mundo. Esas pequeñas criaturas tan dulces, inocentes, bellas, graciosas, …
– Ya callate porque me exito !!!