Jenaro Villamil

Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard en la conferencia que dieron el día de hoy para anunciar el resultado de la encuesta que posicionó al primero como candidato del PRD para las elecciones de 2012. Fuente: El Universal
Después de varias notas negativas desde el flanco de la izquierda partidista (los pleitos de las tribus, la derrota en Michoacán, entre otras), la conferencia de prensa de Andrés Manuel López Obrador y de Marcelo Ebrard distiende la situación entre los dos principales liderazgos del PRD y modifica los escenarios del 2012.
Estas son algunas lecturas que podemos derivar del anuncio de que López Obrador ganó en 3 de las 5 preguntas que se midieron en las encuestas realizadas por Covarrubias y Nodo:
1.-Ruptura por otro lado.-La anunciada ruptura y división entre López Obrador y Ebrard no se dio. Al menos, en función de quién será el candidato presidencial para el 2012. Este pacto logra distender la situación entre los movimientos de afiliados y simpatizantes que ambos encabezan. Y, sobre todo, le otorga al Movimiento Regeneración Nacional (Morena) un nuevo protagonismo.
Quienes salen mal parados son algunas tribus y grupos del PRD que le apostaron a esta fractura, en especial, los integrantes de Nueva Izquierda. Jesús Zambrano, dirigente formal del PRD y líder de esta corriente, cometió una tremenda pifia al adelantar que existía un “empate” entre ambas figuras. Quizá habló metafóricamente, pero esta expresión lo dejó como mal árbitro y coloca a Los Chuchos en una situación de franca desventaja.
La ruptura puede venir por este flanco. Y eso significaría otro episodio de reacomodos difíciles en la estructura del PRD.
Tengo un par de salvedades y una duda con respecto a tu análisis, Jenaro:
1. El DF es de izquierda en términos electorales. ¿Por qué habría de posicionarse más al centro AMLO, que ya gobernó esta ciudad?
2. El desgobierno del Gran Hermano, antes carnal Marcelo, es causante del mayor desastre que ha padecido esta ciudad. Cuando dices «eficaz», francamente me pregunto de qué hablas (la policía no me parece muy «dialogante»).
3. No estoy enterado de ninguna reforma desfavorable a las televisoras privadas, valga la redundancia. ¿Hay una posterior a la llamada Ley Televisa?