Jenaro Villamil
Foto: Milenio Televisión LOS TRES CANDIDATOS A LA GUBERNATURA EN EDOMEX HICIERON UN SORTEO PARA EL ORDEN DE SUS INTERVENCIONES. Imagen: milenio.com
Con multitud de propuestas y escaso debate, salvo en temas como eliminar la corrupción del “pulpo del transporte” y sobre la creación de más universidades estatales y decretar la preparatoria obligatoria, los tres candidatos a gobernador del Estado de México participaron en el segundo y último encuentro televisivo, organizado por el Instituto Electoral del Estado de México.
En la primera parte, Alejandro Encinas, del PRD-PT-Convergencia, Eruviel Avila, del PRI-Panal-Partido Verde, y Luis Felipe Bravo Mena expusieron sus propuestas en materia de desarrollo económico.
Encinas insistió en disminuir el 50 por ciento los salarios de altos niveles, empezando por el del gobernador, crear un fondo de empleo e impulsar salarios bien remunerados en la entidad.
A su vez, Eruviel Avila propuso el desarrollo de closter y polos de desarrollo, ofreció un programa de desregulación administrativa y ofrecer “licencia temporal” para la instalación de empresas.
Jenaro Villamil 
El tercer y último debate entre los contendientes a la gubernatura del Estado de México, reafirmó lo que habíamos presenciado en los dos anteriores. De Luis Felipe Bravo Mena, el candidato del PAN, mejor no hablar, sería perder el tiempo, como perdida está su causa. Alejandro Encinas del PRD, un señorón como siempre, tranquilo, mesurado, informado, conocedor de los terrenos que pisa y sin prometer nada que no sea capaz de cumplir. Al señor don Eruviel representante del PRI, debieron enseñarle primero que debate significa exactamente eso confrontar, pero el temor o la inseguridad del Delfín de Peña Nieto lo llevaba a curarse en salud y reiterar que si Alejandro Encinas era “el candidato de los ataques”, él representaba al “candidote” de las propuestas. Por supuesto que el señor tiene que ser cándido o cínico, porque nadie que hable con verdad puede hacer tantos ofrecimientos que sabe de antemano que no va a cumplir. Es posible que el señor de la “carita despintada” funde su éxito político en aquella popular pero efectiva filosofía para asegurarse los fines: “Prometer y prometer, hasta m…ter y después de haber m…tido olvidarse de lo prometido”, con lo que muchos aviesos hombres a través de la historia han engañado a millones de doncellas ingenuas para obtener sus favores. A medida que transcurría el acto, de la chistera del “mago” del grupo Atlacomulco salían promesas y promesas: desayunos escolares calientes, útiles escolares, becas, anteojos, prótesis, ortésis, auxiliares auditivos, créditos a la palabra a las madres solteras, apoyo a los ancianos, transporte “rosa” para las mujeres, tren rápido de Toluca al DF, dos líneas para el metro, 10 centros de rehabilitación equipados, 200 bibliotecas digitales y ¡bla! ¡bla! ¡bla!. En el “éxtasis” de la “prometedera”, fuera ya de toda proporción y decoro, 31 universidades, a razón de cinco y “cachito” por cada año de su sexenio. No olvidemos que los compromisos que hasta el momento ha firmado don Eruviel ante notario con los mexiquenses esperanzados es de alrededor de 6 mil, yo agregaría, que más los que se acumulen esta semana. Si la mayoría del Estado de México lleva al poder a este mitómano demostrará su inmadurez política o su masoquismo y como pasa ahora con los ciudadanos de Ecatepec de donde fue alcalde dos veces don Eruviel; se lamentarán amargamente de su decisión en el próximo sexenio y quién sabe cuántos más. Ojalá me equivoque.