Jenaro Villamil
Una vez más, el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, mejor conocido por algunos creyentes como el Cavernal, volvió a la carga. Ahora en contra del Congreso de la Unión por aprobar las reformas constitucionales en materia de derechos humanos que incorpora el respeto a las “preferencias sexuales” en el artículo 5º. de la Carta Magna y aboga en el artículo 3 por una educación libre de prejuicios.
En la sección “Palabra del Pastor”, de la edición 739 de El Semanario, Sandoval Iñiguez califica de “peligrosa y terrible” esta reforma porque “excluye de esa protección a todas las demás preferencias”.
El silogismo del purpurado es impresionante. Al incorporar el respeto a las preferencias sexuales como uno de los derechos humanos, considera que “existen preferencias sexuales muy aberrantes, por ejemplo, el caso de la pedofilia, la zoofilia entre otras”.
Sandoval Iñiguez se olvida convenientemente de mencionar que la pedofilia no es una preferencia sexual sino un delito tipificado en diversos códigos penales y que, por eso, precisamente, acaba de ser enjuiciado y sancionado Jean Succar Kuri, por ejemplo, o que por la misma razón Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, ha sido defenestrado por El Vaticano.
El cardenal de Guadalajara no oculta su verdadero interés al denostar contra la reforma constitucional:
“Prácticas como el llamado matrimonio entre personas del mismo sexo quedarán, por así decirlo, consagradas mediante esta reforma”.
En eso sí tiene razón el señor Sandoval Iñiguez, pero esto no es ni aberrante, ni peligroso ni terrible. Tal vez para sus creencias, pero por más autoridad que ejerza como cardenal sobre la comunidad de feligreses de Jalisco –que ya conocen de sus devaneos con el poder y de su intolerancia en materia de derechos sexuales-, él no puede imponerlas.
Sandoval Iñiguez es el adelantado de una corriente retrógrada en materia de doctrina social y moral. Ya antes ha protagonizado sendos escándalos en contra de las reformas legislativas en el Distrito Federal a favor de los matrimonios del mismo sexo, de la posibilidad de adopción, de la despenalización del aborto y de la muerte asistida.
Su última declaración le valió una demanda por daño moral de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino. Sandoval Iñiguez lo acusó de “maicear” a los ministros de la Suprema Corte de Justicia que acabaron por considerar constitucionales las reformas promulgadas en el Distrito Federal.
Para Sandoval Iñiguez el verdadero problema de la “inmoralidad” prevaleciente “se empezaron a poner de moda hace 60 años”, debido a “los medios de comunicación que empezaron a crear, a apoderarse del tiempo y de las mentes, a desbaratar la familia, y a pervertirla”.
Ruego que no identifique la comprensión que tiene el señor aludido –cuyas declaraciones, sí, son francamente torpes– con la doctrina misma. En mi opinión, retrógrada no es la doctrina, sino la comprensión; aberrante, en todo caso, su intento de imposición.
Muy buena precisión. Te agradezco y la acepto. En efecto, no hay que confundir la doctrina con la comprensión. Saludos, Jenaro.
Que «la inmoralidad se haya puesto de moda» como lo enfatiza Sandoval Iñiguez, revela la extrema debilidad de los principios morales de la iglesia que ya no convencen a nadie; la ineficacia absoluta de la educación religiosa; su opción por la imposición en lugar de la persuasión; la crasa ineptitud eclesiástica deformada por la sumisión y la renuncia a la inteligencia; su oscurantismo para elaborar valores acordes con la moral y el respeto a la dignidad humana… Esta «moda» revela el fracaso total de una iglesia retrógrada, que nada tiene que ver con el Estado Laico al que aspiramos.
En primer lugar, habría que aclarar que los Artículos que se reformarían serían el 1º y 4º para solidificar la Garantía de Igualdad y no discriminación (1º), y el 4º (para fijar que la familia y no el matrimonio per se es una institución social), siendo que en este último está cocinando otra reforma constitucional para proteger el interés superior del menor (lo que podría chocar con los alcances de la reforma penal que impediría el suplir la suficiencia de la queja tratándose de víctimas del delito menores de edad). En segundo término, no hay que olvidar que las normas jurídicas son abstractas y generales para así ubicar a un universo de hipótesis bajo tutela; así se explicaría que la preferencia sexual no puede permitirse respecto a conductas ilícitas como la pederastia y en su caso el incesto, por mencionar algunos casos. También se le olvida al Cavernal que dicha reforma constitucional les da a los tratados internacionales (como los que tutelan la igualdad jurídica de las personas) los mismos derechos aún sobre actos jurídicos tradicionales como el matrimonio de origen únicamente heterosexual, así como su derecho a adoptar.
Exacto, muy buena réplica. Saludos, Jenaro.
Saludos, Jenaro. El otro día te estaba buscando el Cartonysta yucateco. A ver si cuando vengas para Mérida ( o bien si estás aquí y tengas tiempo), vamos los tres por «dos». Mi email ya lo tienes. Buen día
Claro que sí, Francisco, saludos, Jenaro
ME ACABO DE ENTERAR QUE YA HAY SACERDOTES MUJERES
QUE OFICIAN MISA……….
…..wooowwww
ahora ya hay scerdotes de los dos sexos
a los que ignoro.
Generalmente me resisto a leer o a escuchar las estupideces de los «jerarcas de la iglesia católica» porqué pienso siempre que son una barvaridad; una evidencia de su añoranza por el remoto pasado en el que tenían todo el poder sobre individuos y sobre sus bienes (vidas y haciendas les pertenecían) sin embargo analizando con algo de detenimiento veo como «las autoridades civiles, en el País, piensan en aquellos tiempos de referencia, no como una añoranza, sino como un hecho; ellos y los jerarcas de la iglesia católica, se sienten dueños de la vida y las haciendas (bienes) de todos los mexicanos…