Jenaro Villamil
La canciller mexicana Patricia Espinosa confirmó que México estuvo informado del operativo de sobrevuelo de aeronaves de Estados Unidos para labores de espionaje, negó que violaran la soberanía porque están “delineadas y controladas” por el gobierno de Felipe Calderón y manifestó su reprobación ante lo dicho por el director del FBI, Robert Muller, quien criticó la guerra contra el narcotráfico por su falta de éxito.
En medio de severas críticas de las bancadas del PRD, PRI y PT del Senado por la “tibieza”, las contradicciones y la dependencia ante el gobierno de Estados Unidos, la titular de Relaciones Exteriores afirmó que pedirán al gobierno norteamericano que se aplique “todo el peso de la ley” a los implicados en la operación Rápido y Furioso si se confirma la denuncia de un agente de la ATF de Estados Unidos quien informó que se permitió el ingreso ilegal de casi 2 mil armas a territorio mexicano.
A la defensiva, Espinosa indicó que el sobrevuelo de aviones no tripulados de Estados Unidos sobre territorio mexicano impliquen violaciones a la soberanía y a la Constitución, ya que es facultad del presidente de la República autorizar estos sobrevuelos y también lo autoriza la nueva Ley de Seguridad Nacional.
“No son violatorios estos vuelos porque son controlados por el gobierno de México”, insistió la canciller.
“Reprobamos lo dicho por el director del FBI, Robert Muller”, sentenció Espinosa, en respuesta a las afirmaciones del funcionario norteamericano que calificó como “poco exitosa” la guerra de Calderón contra el narcotráfico.
Para el senador del PT, Ricardo Monreal, la explicación de la canciller sobre la presencia de aeronaves estadounidenses fue “chicanera” porque en ninguna parte de la fracción III del artículo 76 de la Constitución se le autoriza al Ejecutivo federal aprobar este tipo de sobrevuelos con una finalidad de espionaje.
El presidente del Senado y coordinador del PRI, Manlio Fabio Beltrones, afirmó tras la comparecencia de casi tres horas que “me parece delicado no saber a dónde va a parar esa información”. Beltrones admitió que estas operaciones se realizaban también en el pasado, con aeronaves estadounidenses, pero tripuladas por mexicanos y la información se quedaba en México.
El senador del PRD, Graco Ramírez, aventuró la hipótesis de que la incursión de aeronaves estadounidenses está asociada a la operación Rápido y Furioso, ya que las armas que ingresaron de manera ilegal en el territorio mexicano “traían un chip que puede ser localizado por esas aeronaves”.
Pablo Gómez, también senador del PRD, destacó que Espinosa coincidió con las afirmaciones de Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, quien admitió la presencia de estas aeronaves desde 2009, pero “usted dice que el gobierno mexicano controla los vuelos”.
“¿Quiere decir usted que el gobierno de Estados Unidos no los controla? Recuerde que ellos tienen siempre un absoluto control sobre sus aeronaves. Si el gobierno de Estados Unidos admitiera que el control lo tiene el gobierno mexicano, la administración de Obama se cae”, polemizó Gómez. La canciller no respondió a estas dudas.
El tema de los vuelos de las aeronaves espía norteamericana ocupó una buena parte de la comparecencia de la titular de la SRE ante la Cámara alta. Espinosa reconoció que es válida la información publicada días antes por The New York Times, rotativo que dio a conocer este tipo de operaciones, pero advirtió que es “absolutamente imposible” ventilarlas públicamente por razones de seguridad nacional.
Espinosa insistió que se trataban de operaciones “limitadas y específicas”, con aviones no tripulados y sin armas. Incluso, reconoció que el éxito de distintas detenciones a narcotraficantes o a los atacantes de agentes de Estados Unidos se ha debido, en parte, a este tipo de sobrevuelos.
Operación “Rápido y Furioso”
El segundo tema que concentró la atención de la comparecencia fue el operativo Rápido y Furioso que dio a conocer la cadena televisiva norteamericana CBS. Espinosa indicó que el gobierno de Calderón lo conoció a través de los medios y que “inmediatamente” solicitó información oficial a Estados Unidos y la Procuraduría General de la República inició una investigación para sancionar a los responsables si se acredita la existencia de delitos.
“En todo momento, la exigencia de México es que estos operativos deben realizarse con respeto a la legalidad”, afirmó la canciller. Los senadores del PRI, del PT, del PRD y del Partido Verde le reprocharon a Patricia Espinosa la reacción “tibia” del gobierno de Felipe Calderón e, incluso, señalaron que su administración tiene un doble discurso frente a este operativo.
El ex gobernador priista de Chihuahua, Fernando Baeza, le reprochó a Espinosa que el procurador norteamericano Erick Holder afirmó ante el Congreso de Estados Unidos que México sí sabía del operativo, a pesar de que Poiré lo rechazó en reiteradas ocasiones.
Caso Florence Cassez
La crisis diplomática entre el gobierno de México y el de Francia por el caso de Florence Cassez fue el tercer tema en importancia de la comparecencia, junto con los desacuerdos crecientes con el embajador estadounidense Carlos Pascual.
Espinosa acusó al gobierno de Nicolás Sarkozy de haber adoptado una “postura cambiante” frente al caso de la ciudadana francesa acusada de secuestradora.
“Los motivos para no conceder el traslado (de Cassez) no son triviales… Existen fundadas razones para creer que, de haber sido trasladada a Francia, no cumpliría su condena”, admitió Patricia Espinosa.
Insistió que las relaciones diplomáticas entre México y Francia son “intensas, estrechas y sólidos”, que no se afectarán en temas de la agenda internacional donde ambos países coinciden.
Espinosa evadió en varias ocasiones opinar sobre el distanciamiento entre el presidente Calderón y el embajador Carlos Pascual. La senadora priista y ex canciller Rosario Green le preguntó: “¿Qué injerencia tiene el embajador? ¿Es cierto que el presidente no lo recibe? ¿Quién le proporciona información al embajador?”. La titular de Relaciones Exteriores no respondió.
Green fue contundente durante su primera ronda y acusó a la actual estrategia diplomática del gobierno calderonista de estar dominada por una “gran confusión”, por subordinarse ante Estados Unidos y por olvidar relaciones importantes con Cuba y con Brasil. Incluso, se quejó de la falta de información sobre los convenios no explícitos en la Iniciativa Mérida.
“Nunca antes se había entregado tanto por tan poco y con mediocres resultados”, sentenció la senadora priista.
Espinosa negó estos juicios y justificó la ausencia de Calderón y de ella en la toma de protesta de la nueva presidenta brasileña Dilma Russef porque “estuvimos con una agenda muy cargada” a fines de diciembre de 2010.
Es terrible constatar el entreguismo del gobierno de Felipe Calderón a la administración gringa. Son claras señales de la invasión descarada que desde tiempo atrás ha venido realizando el capital norteamericano con anuencia del prianismo, aunque aparenten rechazar su plebeya traición.