Aprovechando la presencia de Jenaro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para presentar su más reciente publicación El sexenio de Televisa, queremos reproducirles la primera parte del primer capítulo del libro. Esperamos lo disfruten y puedan enviarnos sus comentarios.
El Sexenio de Televisa
Capítulo Uno
El sexenio de Televisa inició antes de las elecciones presidenciales del 2 de julio de 2006 y pretende prolongarse más allá del 2012. El consorcio mediático más poderoso del país y uno de los diez más grandes del mundo leyó bien las circunstancias de debilidad y de divisiones existentes en la clase política mexicana, como resultado de una frustrada e incompleta transición. Heredera de un modelo de control informativo y con prácticas comerciales monopólicas, típicas de la era de los gobiernos del PRI, Televisa pronto se blindó y neutralizó las demandas de democratización del régimen de medios de comunicación electrónica, especialmente, en la televisión comercial.
Televisa ha ignorado y minimizado sistemáticamente los reclamos de transparencia en el otorgamiento de las concesiones de radio y televisión, pluralidad y calidad en los contenidos, autonomía de los organismos reguladores de la radiodifusión para eliminar el “presidencialismo televisivo”, así como mayor y mejor competencia en la pantalla. De paso, logró bloquear durante “su sexenio” a su más fuerte competidor, Telmex, futuro y temido competidor en el mercado del triple play (audio, video y datos convergentes).
Televisa sobrevivió a la caída del PRI en la presidencia de la República porque los partidos políticos privilegiaron la alternancia electoral para dejar en un segundo plano la democratización en el terreno del derecho a la información.
A finales de la década de los noventa, la crisis de Televisa, a raíz de la muerte de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, era de credibilidad frente a una sociedad que se acostumbró a verla como una extensión del régimen priista. La nueva generación encabezada por Emilio Azcárraga Jean enfrentó esa crisis con medidas superficiales que no transformaron el modelo de televisión que configuró El Tigre. Para ellos, la pantalla es, ante todo, un negocio y no un servicio público concesionado. Y le apostaron a incrementar el gran negocio que representa controlar los contenidos mediáticos.
Las prácticas monopólicas se incrementaron y el chantaje frente a una clase política que glorificó la imagen y el tiempo de acceso a la pantalla le sirvieron a este conglomerado mediático para defender sus intereses. En la práctica, operó lo que el Banco Mundial ha clasificado como “captura del Estado”, es decir, cuando los poderes no institucionales se ponen por encima de las instituciones públicas y acaban condicionándolo para imponer sus propios intereses.
Televisa hizo dos apuestas durante el gobierno de Vicente Fox, el primer presidente del PAN tras siete décadas de régimen priista:
a) Dejar de ser un “soldado del presidente” y transformar la ecuación, de tal manera que los políticos de todos los partidos se volvieran sus propios soldados.
b) Trasladar su condición de monopolio televisivo a la de gran corporativo de telecomunicaciones, dominante en la nueva era de la digitalización y del triple play. El final del modelo de televisión analógica y la transición hacia una televisión digital, con opciones de convergencia tecnológica en telecomunicaciones ha sido el principal desafío para los directivos de Televisa.
En otras palabras, ser el gran poder en materia de producción y contenidos audiovisuales, pero también de servicios convergentes en telefonía e internet, el gran negocio del nuevo milenio. Televisa, bajo la presidencia de Emilio Azcárrraga Jean, se ha soñado como una mezcla de Bill Gates y su emporio Microsoft, y de Rupert Murdoch, el magnate australiano de los medios de comunicación anglosajones, propietario de la televisión satelital Sky y de una serie de canales de televisión restringida bajo el signo de la compañía Fox con una agenda muy conservadora en lo político y muy proclive al sensacionalismo y la chabacanería mediática.
Para lograrlo, Azcárraga Jean se desembarazó durante una década de los compromisos adquiridos por su padre, Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, fallecido en 1997; formó un equipo de nuevos CEO’s, compañeros de generación, que tomaron por asalto la administración del consorcio bajo la fantasía infantil de ser una especie de “Los Cuatro Fantásticos”; realizó sociedades financieras con Carlos Slim, el magnate de Telmex, y con otros empresarios para sacar adelante a la empresa de sus deudas y luego deshizo estas sociedades desde mediados de esta década; se concentró en el mercado mexicano y latinoamericano ante el fracaso concretado en 2006 para adquirir las acciones mayoritarias de Univisión, la cadena de televisión hispanohablante más grande de Estados Unidos.
Por último, entendió que si quería dejar de ser un “soldado del presidente”, Televisa tenía que convertirse en una nueva maquinaria dedicada a la mercadotecnia política, mezclando su poderoso aparato publicitario y su dominio en la pantalla para doblegar a una clase política adicta a los valores del rating.
Televisa dejó de cabildear para transformarse en legislador de sus propios intereses. La iniciativa de contrarreformas a la Ley Federal de Radio y Televisión y a la Ley Federal de Telecomunicaciones, que la revista Proceso bautizó como Ley Televisa se convirtió en la síntesis de las ambiciones de la nueva generación al frente del consorcio televisivo.
La empresa demostró a finales de 2005 y en el primer trimestre de 2006 que podía arrodillar a los candidatos presidenciales, a la mayoría de los diputados federales y de los senadores para imponer sus intereses. En la Cámara de Diputados, 305 legisladores de todos los partidos aprobaron en menos de diez minutos, sin discusión, el paquete de reformas que constituyen la Ley Televisa. En el Senado, sólo un puñado de políticos que inicialmente fueron 11 –de un total de 126- dio la pelea para evitar que se concretaran los cambios aprobados por los diputados. No consiguieron frenar la ley. Los equipos de los candidatos presidenciales, en especial del PRI (Roberto Madrazo) y del PAN (Felipe Calderón) presionaron para que el 31 de marzo de 2006 se aprobara la Ley Televisa sin modificarle “una sola coma” en el Senado. La ley fue promulgada el 11 de abril de 2006 en el Diario Oficial de la Federación, con el visto bueno de Vicente Fox, el presidente que había prometido el “cambio” como un acto de propaganda.
Los senadores del PRI, PAN y PRD que se opusieron a estas reformas impulsaron una acción de anticonstitucionalidad contra esta ley. Fueron un total de 47 legisladores que interpusieron un recurso de anticonstitucionalidad. La Suprema Corte discutió en mayo de 2007 los diferentes aspectos que violentaban la Constitución Política Mexicana y en junio del mismo año desechó aspectos sustanciales de estas reformas.
Sin embargo, el plan de negocios y el proyecto transexenal de Televisa continuaron. El golpe de la Suprema Corte de Justicia ha sido invalidado en los hechos durante estos años de gobierno calderonista. No sólo eso. La reforma electoral que se discutió casi en paralelo con la anticonstitucionalidad de la Ley Televisa, orilló que esta empresa, junto con TV Azteca y los principales grupos radiofónicos desafiaran abiertamente la nueva legislación que estableció la prohibición absoluta de la compra de tiempo-aire en los procesos electorales.
El Congreso prohibió la mercadotecnia político-electoral –siempre bajo la obsesión de reformas en el marco de la contienda de las leyes electorales-, pero no impidió el gran truco de estos años: la venta de publicidad integrada o mejor conocida como infomerciales disfrazados de contenidos informativos o de entretenimiento para promover a los políticos con aspiraciones políticas.
El joven gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, del PRI, se transformó en el modelo a seguir y en el argumento de venta más poderoso de Televisa: si lograban transformar a un político sin experiencia ni trayectoria en la figura más popular de los últimos años, entonces, demostraban que el control de las elecciones no pasaba por el Congreso sino por la pantalla.
Una decena de gobernadores y dirigentes políticos han copiado el “modelo Peña Nieto” generando uno de los despilfarros más grandes de las cuentas del erario público y glorificando esta operación. Lo importante entonces no es ganar con votos sino con spots, infomerciales, marketing, y con mucho dinero para que en la televisión no los borre (como hicieron con el senador panista Santiago Creel, su ex aliado) o los convierta en villanos políticos (como han hecho con el perredista Andrés Manuel López Obrador) o tengan una operación cercana al sadomasoquismo (como ha ocurrido con el presidente Felipe Calderón).
La reforma electoral nació muerta. Antes de que el Congreso ordenara la prohibición y modificara varios artículos constitucionales, Televisa logró darle la vuelta a los nuevos candados, gracias a las lagunas legales existentes aún en la Ley Federal de Radio y Televisión y en la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Nada prohíbe expresamente a Televisa comercializar sus contenidos editoriales, de entretenimiento y de espectáculos para que se conviertan en una pasarela de políticos con aspiraciones. De la república del spot pasamos a la dictadura del advertainment, es decir, a la mezcla de mercadotecnia y entretenimiento, sin que exista instancia gubernamental comprometida a regular este fenómeno.
Telenovelas, noticiarios, programas musicales y de variedades, los programas de deportes, teletones, promocionales de los estados, así como los reality shows al estilo del Big Brother y hasta las estrellas de factura efímera (como la actriz Angélica Rivero, la “novia” de Peña Nieto) se transformaron en el escenario para el nuevo dominio de Televisa en la república de pantalla.
Su última y gran apuesta, con miras a la sucesión del 2012, es la Iniciativa México, una operación de cooptación de organismos sociales y ciudadanos, de intelectuales, comentaristas, medios de comunicación ajenos a su dominio, bajo la apariencia de filantropía ciudadana. La Iniciativa México, creada bajo el pretexto de los festejos del Bicentenario de la Independencia en 2010, en realidad es una campaña adelantada para que Televisa diga quiénes son los “ciudadanos” y los “valores” que deberán promoverse para salir adelante.
Toda esta operación constituye una serie de historias no contadas ni fiscalizadas, aunque ampliamente documentada en los contenidos de los canales de Televisa, en especial, del canal 2, el de “las estrellas”.
En paralelo, el gobierno de Felipe Calderón, débil en su legitimidad y ambicioso en su plan de militarización del país y polarización del debate político, se volvió un rehén de Televisa para lograr sus objetivos. El calderonismo se propuso resarcir a las televisoras por la supuesta pérdida de los ingresos en spots electorales, prohibidos a raíz de la reforma electoral, a cambio de contar con su apoyo en pantalla.
Nada de esto ha sido gratuito. El gasto en publicidad gubernamental se disparó en los primeros cuatro años de la administración de Felipe Calderón. Entre diciembre de 2006 y mayo de 2010 el gobierno federal ha destinado casi 17 mil millones de pesos (16, 977 millones de pesos) para promocionarse en medios de comunicación, un gasto que implica un crecimiento de 500 por ciento en relación con lo que destinó el gobierno de Vicente Fox, según el análisis de la organización Fundar. Más del 60 por ciento de estos recursos se fueron a las televisoras y un porcentaje muy elevado, aún no especificado por el gobierno, se concentró en Televisa.
Tan sólo durante 2008 –el año posterior a la reforma electoral- el gobierno de Calderón ejerció 5 mil 473.47 millones de pesos en publicidad mediática, y en 2009 –el año de las elecciones federales que desembocaron en el retorno del PRI como primera mayoría en la Cámara de Diputados-, el calderonismo ejerció 5 mil 371.41 millones de pesos, según el reporte entregado a la Comisión Permanente del Congreso (ver Reforma, 14 de julio 2010, p. 5).
Otros datos de la consultora Central Media confirman que el principal cliente para la televisión y la red de empresas de Televisa es el gobierno federal. De acuerdo con esta consultora, en 2009 el gobierno de la República invirtió 4 mil 585 millones 052 mil pesos en televisión, prácticamente duplicó a la compañía Nestlé, la cuarta en la lista, que invirtió 2 mil 196 millones de pesos en publicidad para la televisión.
Es terrible que la televisión en México siga dictnado conciencias. Estoy harta de ver como generaciones tras generaciones son corrompidas mentalmente por la basura de TELEVISA.
Gracias por su trabajo y lo comprometido con la verdad y la justicia
LA PRENSA NACIONAL»NO FUE SOMETIDA» POR EL PRESIDENCIALISMO MEXICANO, SINO QUE LOS DUEÑOS DE LOS MEDIOS Y SUS LACAYOS DECIDIERON CLAUDICAR SU LABOR CRITICA PARA BENEFICIAR SUS INTERES.
EL PODER DE TELEVISA Y OTROS MEDIOS ESTAN POR ENSIMA DE LAS INSTITUCIONES PUBLICAS Y DEL MISMO PODER EJECUTIVO.
fijando la vista la sociedad se esta dando cuenta de o que esta televisora que junto al gobierno nos llenan de basura televisiva por que no hay programa
que ponga esta sin comerciales cartoneros llenos de mentiras ,con cifras que no se acercan ni a la 10a parte de lo que dicen,creo que tendrian que dar cuenta de lo gastado por tanto comercial que pasan avavnces y avances y la miseria sigue en muchos estados,salu2
TELEVISA, O GRUPO TELEVISA COMO SE DENOMINAN HOY EN DIA LAS EMPRESAS TRANS-NACIONALES, ESTA HACIENDO UNA VES MAS EL NEGOCIASO DE SU VIDA, AL QUERER PONER UN POLITICO SIN EXPERIENCIA AL PODER ….. … LO TRISTE DE TODO LO MANEJA TELEVISA, EE QUE SE LLEVE DE LA MANO OTRAS EMPRESAS .
hasta cuando vamos a seguir siendo tan pendejos par dejarnos de los politicos. como es posible que mucha gente ni siquiera recibira un aguinaldo y estos percos politicos hasta medio millon de pesos, televisa estubo presente a momento de publicar el levantamiento de guerrilleros en nuestro pais que buscaban desestabilizar al pais, cuando e realidad era gente de la sierra arta de estar en el abandono y miseria, para esto el gobierno crea a los peores asesinos para combatir a nuestra propia gente, a nosotros mismos, militares entrenados por fuerzas extrangeras los cuales tambien se artan de la miseria probocada por el gobierno y desiden separarse de este, estos militare llamados ahora zetas. y la lista de estipidezes del gobierno sigue y sigue y sigue fortalicidas con la forma de apendejar con la practicas de televisa para sacar el mayor probecho de nuesta gente como este libro lo expone. hasta cuando vamos a hacer algo al respecto. ORGANICEMONOS EN CONTRA DEL GOBIERNO Y SUS MONOPOLIOS
Es verdad que Televisa es una de las empresas mas grandes de Mexico y que ha sabido manejar sus cartas que los ha llevado a posicionarse en tal lugar. Televisa es de las pocas opciones que le puede hacer sombra a monopolios como TELMEX que es una empresa que de ha hecho rica a base de la falta de competitividad y que por ende la ha llevado a dar servicios con un alto costo, que en otros paises son de facil acceso y que son herramientas para el desarrollo economico.
Felicidades a Telvisa, lamentablemente no se concreto la asociacion con NEXTEL, lamentablemente por nuestro sistema de gobierno que no permite competitivada fue cancelada, pero creo que con esta asociacion los mas benefiados ibamos a ser la gente con bajos recursos.
Saludos
Q VAMOS A HACER O Q PODEMOS HACER CONTRA ELLOS? SI NADIE HACE NADA AL CONTRARIO EL PRI VA A REGRESAR A GOBERNAR JUNTO CON LA MAYORIA EN LA CAMARA DE DIPUTADOS COMO ANTES (DICTADURA PERFECTA) Y SOLO POR Q PEÑA NIETO ES GUAPO O ES POPULAR EN LA TV. PUEBLO PIENSEN ANTES DE DAR SU VOTO Q NO LOS COMPREN CON MENTIRAS, DINERO O UNA DESPENSA. NO REGRESEMOS AL PRI, AHORA Q PUDIMOS SACARLO. SE Q ESTE SEXENIO Y EL PASADO ES MALO PERO VAN A PENAS 12 AÑOS Y REFLEXIONEMOS CUANTOS AÑOS GOBERNO EL PRI Y NO HIZO NADA MAS DE 80 AÑOS DE RETRASO Y TAMBIEN SE MATABAN SOLO Q ANTES NO HABIA TANTO LIBERTAD DE EXPRESION. NO A PEÑA NIETO NI A TELEVISA Y MENOS AL PRI
Ojalá toda la gente pensara como tú René, Por desgracia, así es nuestro pueblo mexicano: tan condenado a repetir las desgracias del pasado, tan ignorante, pendejo y manipulable. Muy triste.
Felicidades por tener el valor de denunciar a los delincuentes disfrazados
es increible la gran cochinada en la que tienen convertida al pais no se vale hay q alzar la voz de ya basta
Para los que somos mayores de 40 años basta recordar las camaleónicas estratagemas de que, en su momento, se han valido: la clase política, la iglesia, los sindicatos y por supuesto televisa, para manejar las masas a su antojo.
Actualmente no se requiere de mucho talento para ver lo que hacen estos grupos de poder, lo hacen a la vista de todos sin disimulo alguno. Llamese la selección mexicana, la boda de Peña Nieto, etc.
Para los cristianos, que son tan miopes: imaginen a cristo crucificado agonizando, mientras los soldados romanos se juegan a los dados las ropas del «hijo de Dios». Ahora imaginen al pueblo mexicano en el lugar de Jesús y a Televisa, Senadores, Diputados, Telmex, Elba Esther Gordillo y La iglesia católica haciendo lo propio para dejar en la miseria a «un pueplo menor de edad» como consignara Proceso a la muerte del tigre.
Cada familia somos responsables de que nuestros hijos no les sigan el juego a estos miserables. Que quede claro: el dinero y el poder, manejado como lo hacen estos mexicanos, es otra forma de miseria.
¿Qué podemos hacer? dejar de consumir, en lo posible, lo que estos venden.
Los 30 mil mexicanos ejecutados en los últimos 4 años, eran hijos de familias mexicanas que no hicieron su trabajo.
Hay ciudadanos que, víctimas del sindrome de Estocolmo, esperan la llegada del PRI.
Mientras sigamos pensando que recibir una educación es solo para hacernos ricos, estaremos jodidos.
Muchas gracias por sus comentarios.
Recordemos que uno de los STRATUS que forman el estado es la SUPRAESTRUCTURA y que esta conformada por todas las Instituciones y aparatos que utiliza el Estado para mantener el status y lograr su reprodución legitima ó, ilegitima, abierta o encubierta.
Asi fue como ayudo a forjar una oligarquia que deberia ayudar al Estado en sus fines pero ahora es todo al reves con el poder de Televisa, el Estado esta al servicio de esta oligarquia con unos de sus simbolos que es Televisa.
Sí mexicanos despertemos de una vez estamos bien jodidos con el complot publicitario de televisa y ahora jun to a TVazteca ya que nos estamos dando la cloaca de ratas que son!!
En tercer grado Carlos Loret dijo (Palabras más palabras menos): Existen unas grandes ligas en las que juegan los magnates (exsocios) Emilio Azcarraga y Carlos Slim, y en el choque de estos gigantes financieros (Grupo Televisa y Grupo Carso) es lo que da pie a todso estos análisis políticos de quienes estamos en las ligas menores. Por eso Carlos Slim no iba a permitir que sacaran a Carmen Ariztegui del aire, pues es su crítica, en Multivisión, una arma más contra su más aserrimo competidor. Si como dice Carlos Loret, los periodistas y analistas de este país juegan en las ligas menores, el resto de ciudadanos somos espectadores.
La negativa del cambio de concesión que buscaba Carlos Slim para poder entrar con todo a la batalla del Triple Play, seguramente estuvo influida por televisa. Que si telmex es un monopolio, que si televisa es un poder fáctico, que si todo este Show es un Guerra de Gigantes y nada más, a los que no les importa llevarse al país entre las patas; no es el problema fundamental. El problema son las lagunas legales que les permite a estos concecionarios, de un bien de dominio público, enfrentarse en un marco de «libre mercado», neoliberalismo y nada más, en una lucha por privatizar las canales de comunicación. La solución: una reforma integral en materia de telecomuinicaciones que reemplaze a la legislación existente desde 1917, que, en lo fundamental, no está actuliazada. Una reforma que le impida a los abogados de televisa demandar a radio difusoras comunitarias, sobre todo las indigenas, acusandolas de rebeldes, subversivas, y constituidas bajo un modelo chavista. En resumen, una verdadera democratización de los medios de comunicación masivos. No hay escusa de que se atenta contra la libertad de expresión, de que se pretende nacionalizar, de que son medidas socialistas (capitalismo de Estado). ¿Existe libertad de expresión en los medios masivo? ¿Sí? ¿Para quién? Solo para los quienes pagarla para los señores del dinero y del poder.